Un hombre falleció; centenares de evacuados; casas sin techo; árboles caídos e innumerables destrozos fue el saldo de un violento temporal de viento, lluvia y granizo que azotó anteayer a esta ciudad y a la vecina 9 de Julio.
La víctima, identificada como Horacio Cerviño, de 60 años, falleció como consecuencia de un ataque cardíaco, cuando la tormenta había derribado a su humilde casa.
Cerviño vivía aquí, en Salta 1386, en una casilla de madera y chapa. "Cuando escuchamos el ruido del derrumbe salimos y vimos que estaba desmayado. Llamamos a la ambulancia, pero no podían venir por la tormenta", relató Marta, una vecina del lugar.
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Ayer, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, visitó las zonas más afectadas de ambas ciudades. "Esperamos darles tranquilidad a las familias porque están muy asustadas. Estamos coordinando todos los esfuerzos para que lleguen los camiones con chapas, colchones y ropa", dijo mientras recorría el barrio de Fátima, en Bragado, ciudad que cuenta con 43.000 personas.
El temporal comenzó anteayer, a las 19, y terminó media hora más tarde. Durante esos 30 minutos, los habitantes de Fátima, uno de los barrios más humildes de esta ciudad, se resguardaron como pudieron: debajo de las mesas, acurrucados contra las paredes o tapados con frazadas. El viento había volado más de la mitad de los techos de chapa de las viviendas de la zona.
"La lluvia era tan fuerte que le dije a mi marido de salir de la casa. Saqué a mi hijo de la sillita y un segundo más tarde el caño de la estufa se cayó encima y la partió. El techo se fue volando, las camas se doblaron y se me mojó todo. Salimos corriendo y no se veía nada. Las chapas volaban por el aire", contó Fernanda Ibáñez, de 31 años, que estaba evacuada en el centro comunitario, junto con otras 100 personas.
Según precisó el intendente de Bragado, Aldo San Pedro, en Fátima se voló el 60 por ciento de los techos de las casas.
En tanto, en el centro de Bragado se cayeron árboles, postes de luz y numerosos carteles de negocios. Otro de los barrios afectados fue Punta del Este.
Además, según indicó Fabián Morel, jefe del cuerpo de bomberos, un ómnibus de la empresa El Rápido, que circulaba por la ruta 5, "fue desplazado por el viento y, aunque no volcó, terminó contra el alambrado de un campo. Dos pasajeras resultaron levemente heridas".
Durante casi 24 horas, la ciudad permaneció sin luz ni agua. El servicio se restableció ayer, a las 17, aunque al cierre de esta edición había zonas que continuaban a oscuras.
En 9 de Julio, el panorama fue similar. El intendente, Walter Battistella, dijo a LA NACION, que el temporal "causó 98 voladuras de techo y hubo que evacuar a 200 personas".
También especificó que dos escuelas sufrieron destrozos, en tanto que más de la mitad de la ciudad permaneció sin energía eléctrica y se esperan complicaciones en el abastecimiento del agua.
En 9 de Julio, de 45.000 habitantes, el temporal comenzó a las 18 y también duró media hora. Uno de los barrios más afectados fue Ciudad Nueva, a la vera de la ruta 5.
"No tiene explicación lo que sucedió. Fue horrible. Parecía una película de terror. Se volaron 60 techos y hay casas que desaparecieron. Yo venía de trabajar y cuando llegué a mi casa vi que tenía un árbol en el techo. Los chicos lloraban y gritaban", dijo Julio Vallard, de 43 años, habitante del barrio.
Los vecinos de Ciudad Nueva hicieron un piquete ayer a la tarde para reclamar materiales de construcción. Según indicó Vallard, "nadie ayudó a los vecinos y esto es un desastre absoluto. Son muchas las chapas que se necesitan y no alcanzan las que tenemos en 9 de Julio para asistir a la gente. Esto es una emergencia. Por eso, además de los materiales que enviaron el gobierno nacional y el provincial, vamos a comprar las chapas directamente de las fábricas", se justificó Battistella. |
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