La situación más comprometida se registra en Rayo Cortado, donde los 1.800 vecinos del pueblo padecen la falta de agua casi total, debido a que el jueves último se secó la vertiente que desde hace 60 años abastecía de agua potable a la población.
No la pasan mejor que ellos los pobladores de Los Eucaliptus, Cardones Altos, Pozo de la Olla, El Prado, Isla Verde y otros parajes que se recuestan sobre la ribera cordobesa del Río Dulce.
En estos casos, a la falta de acuíferos accesibles se suma la salinidad excesiva del agua disponible en lagos, lagunas y napas superiores, que la torna no apta para el consumo humano ni de animales.
Para paliar la situación en esos asentamientos (donde viven unas 170 familias) la Dirección Provincial de Agua y Saneamiento (Dipas) les está llevando agua en dos camiones cisterna desde Villa de María de Río Seco. Precisamente el intendente de esta localidad, ubicada a 175 kilómetros al norte de la ciudad de Córdoba, Luis Arce, comentó a este diario que está "tratando de dar una mano" a sus vecinos . "Nosotros, gracias a Dios, tenemos buenas reservas de agua, aunque ahora registramos algunos problemas con el servicio, como la falta de presión para llenar los tanques en los barrios altos y el sensible aumento del consumo", comentó. De los cinco pozos de los que extrae agua el pueblo, dos están exhaustos y transitoriamente fuera del sistema, informó Arce.
En esta situación "privilegiada" de Villa de María no sólo incide la naturaleza sino también, y de manera determinante, la realización de obras públicas imprescindibles. Por caso, el 5 de octubre de 2001 se inauguró el azud nivelador que construyó la Provincia para embalsar agua del río Seco. También Dipas realizó perforaciones para aprovechar las napas subterráneas. "Si esta sequía se hubiera registrado hace 10 años, tal vez no estaríamos contando el cuento", se sinceró Arce.
El promocionado plan provincial Aguas Para Todos contempla la construcción de una nueva cisterna para un millón de litros en Villa de María. Los trabajos deberían haberse iniciado en setiembre, pero aún no se hizo nada.
De 18 a 21. En Sebastián El Cano (unos 32 kilómetros al sur de la cabecera departamental), a partir de mañana se aplicarán cortes diarios del servicio de agua entre las 18 y las 21. "Acá la situación es manejable todavía porque los tres pozos están produciendo unos 20 mil litros por hora y las bombas trabajan 20 horas al día" afirmó el intendente Pedro Bonaldi.
El horario elegido no es casual. "Los registros nos dicen que en esas tres horas el consumo aumenta sensiblemente", aclaró el mandatario.
También para racionar el recurso se reducirá el regado de las calles del pueblo.
Sebastián El Cano tiene unos 3.600 habitantes.