Horacio Cerviño estaba sentado en el comedor de su casa prefabricada cuando escuchó un fuerte estruendo. Se levantó de su silla, pero no pudo salir: el techo de chapas se había levantado por una ráfaga de viento de más de 100 kilómetros por hora y cayó encima de su cuerpo. Horacio murió de un infarto en el interior de su deteriorada vivienda. El hombre resultó la única víctima fatal de un tornado que, a las siete de la tarde del jueves, azotó las localidades de Bragado, 9 de Julio y Carlos Tejedor.
El vendaval volteó árboles, destrozó casas, provocó cortes de energía y agua. Además de un muerto, dejó un saldo de trece heridos y trescientas familias evacuadas. Al menos cuatrocientas viviendas sufrieron daños. En 9 de Julio, once niños sufrieron heridas de distinta consideración y uno de ellos tuvo una lesión en su brazo, por lo que debió ser intervenido quirúrgicamente. En Bragado, el más afectado fue el barrio Fátima, donde se organizó un centro de evacuados que esta tarde alojaba a noventa personas, mientras que dos pasajeros que viajaban en un ómnibus resultaron con heridas.
En la totalidad de esta comuna no fueron restablecidos los servicios de agua y electricidad, destacó el Ministerio de Seguridad, que agregó que la persona fallecida tenía 68 años y su deceso se produjo por causas naturales en el interior de su vivienda.
“Mi marido se murió esperando una ayuda del municipio. Le prometieron que le iban a construir una casa prefabricada. Se cansó de pedir; iba y venía. Tenía que subir escaleras en la municipalidad y no podía porque estaba muy enfermo. Sufría de diabetes y era hipertenso. Hace veinte días tuvo un preinfarto. Tuvo que morir para que nos ayudaran. Ahora nos prometieron que nos van a construir la casa”, dijo a Crítica de la Argentina la esposa de Horacio, María Graciela Gómez.
VISITA OFICIAL. El gobernador Daniel Scioli visitó las zonas afectadas acompañado por el ministro de Desarrollo Social, Baldomero “Cacho” Álvarez. “Los daños de 9 de Julio son mucho más serios. Se están tomando los recaudos para asistir a todos los afectados, ya que están anunciadas nuevas tormentas. Una de las prioridades es restablecer el suministro eléctrico porque su falta genera distintos inconvenientes, como la carencia de agua en aquellas zonas donde hay estaciones de bombeo”, dijo Scioli.
A las siete de la tarde, en las zonas afectadas el cielo se puso gris plomo y se iluminó. En el campo eso es un presagio de que puede caer piedra. Los vecinos guardaron sus autos y se metieron adentro de sus casas. Todo duró media hora. Hubo dos ráfagas muy fuertes de viento, llovió y en algunos lugares granizó.
Scioli recorrió junto al intendente de Bragado, Aldo San Pedro, las zonas más afectadas para coordinar la ayuda necesaria a las familias perjudicadas. “Les pido calma porque tendrán toda la ayuda que necesiten”, dijo el gobernador.
Los vientos causaron, además, la voladura de una antena de radio y hicieron que un ómnibus de la empresa El Rápido, que salía por la ruta 5, tuviera que tirarse a la banquina. “Fue una maniobra muy eficiente del chofer que evitó el vuelco, tuvimos que asistir a dos pasajeros que resultaron con heridas. Tuve que tirarme al piso para evitar que me impactaran todo tipo de objetos que volaban por el aire”, dijo Morel, quien relató que ayer cuando regresaba al cuartel lo sorprendió el temporal.
En 9 de Julio, “existen unas 1.000 familias afectadas por los destrozos de las viviendas”, dijo una fuente de Defensa Civil del municipio. El intendente Walter Battistella, quien recorrió con Scioli las zonas dañadas, dijo que “no se recuerda en 9 de Julio un fenómeno de este tipo”.
Horacio estaba jubilado. Siempre trabajó de camionero. Cobraba la jubilación mínima de 400 pesos, pero, según su esposa, le descontaban porque no tenía todos los aportes hechos. La casa la habían comprado en 1990. Estaba muy deteriorada y cuando llovían dos gotas se inundaba. Tenía ocho hijos: seis varones y dos mujeres. “Mi marido arrancó a pedir ayuda con la gestión anterior. Siempre venían del municipio con un cuento nuevo: que hoy que mañana, que iba a venir un arquitecto, pero nunca llegó”, dijo la viuda.
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