La CTA reclama inmediata intervención de los organismos de control. La explotación de petróleo situada en el Parque Nacional Calilegua –distante a 120 km. de San Salvador de Jujuy- representa un grave problema ambiental, ya que afecta directamente el agua de los arroyos, dejándola no apta para el consumo o riego.
En el año 2000 se denunció la filtración de “aguas” con sales y alta temperatura del pozo N° 3 del Yacimiento Caimancito y en el año 2007 hubo un derrame de 40 mil litros de petróleo; sin soluciones hasta ahora.
Los beneficios económicos de la energía, así como con la minería o el monocultivo, son grandes para las empresas y no vuelven al pueblo. Nuestros recursos se van el exterior sin pagar nada, dejándonos pobreza, desocupación, corrupción, comunidades divididas por la asociación o por la resistencia a las corporaciones, además de una grosera contaminación ambiental.
La energía no es una cuestión de especialistas, sino un tema estratégico para los pueblos. Ningún gobierno puede planificar una economía para el pueblo, si no tiene la energía en sus manos.
Privatización, desregulación y flexibilización laboral, fueron las consignas para el traspaso del poder y los recursos energéticos al mercado, que convirtió a los usuarios en clientes, a los trabajadores en desocupados y a la energía en una mercancía. Negocio que contradice los verdaderos valores de la energía como bien social y derecho universal.
Visto en perspectiva histórica, a partir de la privatización, estamos viviendo un periodo aproximado de unos 20 años en el que se consumirán las reservas que el Estado tardo 80 años en descubrir. Por lo tanto, en menos de 10 años, pasaremos de ser exportadores de petróleo crudo a ser importadores.
En el caso particular del Yacimiento Caimancito, además de los problemas ambientales, la explotación petrolera no representa para el pueblo jujeño beneficios a nivel social o económico. Los requerimientos de mano de obra y las supuestas regalías que llegarían al estado provincial, resultan bastante escuetas, no benefician a las poblaciones locales, que lejos de mejorar, continúan sumidas en la pobreza y marginalidad.
El Yacimiento Petrolero de Caimancito, ubicado en Jujuy, comenzó a ser explotado por Yacimientos petrolíferos Fiscales (YPF) en 1969, alcanzando un record nacional de producción diaria de 7000 m3.
Este yacimiento, es el único caso en el país de aprovechamiento petrolero en un Area Protegida Nacional, el Parque Nacional Calilegua, perteneciente a la Administración de Parques Nacionales (hay un antecedente en LLancanello, Área Protegida de la Provincia de Mendoza). El caso de Calilegua, es particular por la incompatibilidad legal existente entre la actividad y la ley de parques nacionales.
En 1992, la explotación se concesionó por 25 años a la empresa UTE Petróleos Sudamericanos SA Necon SA.
En 1996, Parques Nacionales y la UTE firman un acta acuerdo que establecía un plan de mitigación de los pasivos ambientales.
En mayo del 2008, la provincia de Jujuy autorizo la cesión de la concesión a Pluspetrol SA.
La explotación en al Área Caimancito, cuenta con aproximadamente 36 pozos en jurisdicción del Parque Nacional Calilegua (PNC), hecho que representa un grave problema ambiental, social y económico para la provincia.
Se registran problemas de contaminación que afectan directamente el agua dulce de los arroyos que nacen en la zona y luego forman parte del Río Bermejo; además de los riesgosos pasivos ambientales.
¿Qué son los pasivos ambientales?
Son los daños no compensados al ambiente, producidos por una empresa a lo largo de su historia, en su actividad normal. La condición de pasivo, se debe a la pérdida del estado activo. Frente a estos casos, es necesario recurrir a planes de mitigación o remediación, para solucionarlos.
En otras palabras, los pasivos ambientales se refieren a las deudas de una empresa hacia la comunidad donde opera.
Lamentablemente, esta frase no es la primera vez que suena, ya que la hemos escuchado casi exclusivamente para referirse a los daños producidos por la minería en Abra Pampa, Orosmayo y Metal Huasi.
En el caso de Caimancito, existe el riesgo potencial que representa el estado de abandono de 24 pozos viejos improductivos, que son los principales pasivos ambientales, de muy difícil y costosa remediación.
Estos pasivos, en general, no son asumidos por las empresas concesionarias, y su correcta remediación no es requerida por las autoridades de aplicación (provinciales y nacionales), en un claro incumplimiento de todas las reglamentaciones vigentes y de las responsabilidades de los funcionarios involucrados.
Desde el año 2000 las autoridades del PNC vienen denunciando la situación del Pozo N° 3, del que surge la denominada “agua de formación”. Esta consiste en agua a muy elevada temperatura y altos valores de sales (entre otros elementos), que contamina el Arroyo Yuto afluente del Río Bermejo haciéndola no apta para el consumo humano y ganadero, ni siquiera para riego. Demás esta decir el impacto sobre los seres que viven en el arroyo o quienes lo utilizan.
En julio de 2007, se produjo un derrame de 40.000 litros de petróleo, debido a la rotura del oleoducto, que contamino el Arroyo Sauzalito desplazándose hasta 5 Km. fuera del Área Protegida.
En abril de 2008, se produjo otro derrame de crudo, por el mal estado de conservación de los caños.
A pesar de la gravedad de los hechos, permanecieron ausentes quienes debían fiscalizar a través de la Secretaria de Energía de la Nación y la Dirección de Minería y Recursos Energéticos de la Provincia de Jujuy; para garantizar los artículos de la Constitución Nacional y Provincial sobre el derecho a vivir en un ambiente sano y equilibrado.
Resulta absolutamente inadmisible, que exista un pozo contaminando desde hace 12 años y los responsables de Energía de entender en el tema, miren para otro lado.
La selva pedemontana
La yunga, también llamada selva de montaña o selva nublada, se extiende desde Bolivia hasta Catamarca, atravesando Tucumán, Salta y Jujuy con diferentes pisos de vegetación, que van de los 400 metros sobre el nivel del mar, hasta los 3000 metros aproximadamente. Junto a la selva misionera, constituyen los ambientes con mayor biodiversidad del país, es decir, con mayor variedad de especies animales y vegetales.
La selva pedemontana, el piso más bajo de la yunga, se desarrolla al pie de los cerros y se caracteriza por la alta diversidad biológica, donde muchas especies viven casi exclusivamente buena parte del año. Esta zona, tiene altísimo valor de conservación, porque conecta las selvas húmedas de los cerros, con los bosques más secos de la llanura chaqueña.
Esta comunicación, resulta indispensable para que muchas especies se trasladen entre la selva y el chaco, en las distintas épocas, para su alimentación y reproducción.
Además, vale recordar, que la selva pedemontana, representa el ecosistema en mayor riesgo de la Argentina, por ser el sector más bajo de la selva de yungas y por lo tanto, el mas utilizado para cultivos; además de cobijar a numerosas especies en peligro de extinción. Este ambiente, es único en el mundo, al igual que sus especies, si se pierde, no se recupera.
Yuto - Sauzalito funciona como un puente verde gigante, de unas 4000 has aproximadamente, que conecta los sectores noroeste y sudeste de la selva de yunga y constituye la única posibilidad de corredor yungeño que conecta las Serranías de Calilegua y Santa Bárbara; para garantizar el movimiento de fauna y semillas.
Es imperioso que:
• El Directorio de la Administración de Parques Nacionales, dentro de sus facultades, encauce la actividad petrolera dentro del PNC.
• Se arbitren los medios necesarios desde las instancias que correspondan, para eliminar la contaminación generada por el Pozo N° 3 y todos los pasivos ambientales existentes en el Yacimiento Caimancito.
• Intervengan y actúen todos los organismos de fiscalización nacionales y provinciales.
El gran desafío, es gestar un nuevo modelo de política ambiental que produzca como consecuencia, un modelo social abarcativo para todo el país. |
|
|