Las aguas del Paraná, tal como se esperaba, comenzaron a bajar en el puerto de Barranqueras y en toda la zona que fue afectada por la creciente del río, lo que llevó alivio a la población ribereña.
Ayer, el hidrómetro del puerto local marcaba una altura de 6,72 metros, dos centímetros menos que en la jornada anterior y con pronóstico de descenso. Las mediciones realizadas en Andresito, Iguazú e Ituzaingó, en tanto, también mostraron una caída en el nivel del agua, con lo que se confirma que seguirá la bajante en el puerto chaqueño.
Pese a ello, la vigilancia de Prefectura y el monitoreo de la Sala de Situación sigue en forma permanente para evaluar el comportamiento del Paraná, que, de este modo, dio un respiro a las autoridades.
En los sectores más vulnerables de la Isla del Cerrito, Puerto Vilelas, Antequeras y Barranqueras, se concentró la atención de los distintos organismos oficiales, como Defensa Civil, para asegurar la asistencia a las familias evacuadas y a las que quedaron aisladas, a la espera de que descendiera el nivel de las aguas del Paraná.
En la Isla del Cerrito, el intendente José Luis García, confirmó que la situación estaba bajo control y que se mantenía contacto telefónico con las familias que habían quedado aisladas, que fueron asistidas por vía fluvial.
Según informó la Sala de Situación, el número de evacuados se mantenía en 1088, así como la asistencia a los damnificados.
Respecto de las previsiones de lluvias en las cuencas hídricas que influyen en el comportamiento del Paraná, el Sistema de Alerta Hidrometeorológico de la Administración Provincial del Agua (APA) adelantó que en Brasil, probablemente, sólo durante la segunda semana de este mes, entre el próximo viernes y el sábado 14, se podrían producir lluvias abundantes.
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