Al menos 1.800 comunidades bolivianas, entre ribereñas y adyacentes de los departamentos de Pando y Beni, corren el riesgo de ser inundadas tras la construcción de dos mega represas hidroeléctricas brasileñas en el Río Madera.
La información se dio a conocer en exclusiva por la Red Erbol, la vicepresidenta del Foro Boliviano de Medio Ambiente y Desarrollo (Fobomade), Evelín Mamani, quien indicó que impulsará el lunes esa denuncia en la 137 sesión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que sea atendida.
“Estamos hablando casi de más de 800 comunidades ribereñas y 1.000 comunidades adyacentes, que por el tema de la inundación van a perder la posibilidad de disfrutar de su propiedad privada, porque quién va ejercer su derecho a la propiedad sobre un lodazal y un lugar inundado que no podrá producir”, manifestó.
Indicó que los efectos de la construcción de represas son comprobados para Bolivia, porque el caudal que se generará implicará la inundación de tierras tituladas de comunidades indígenas y campesinas.
“Inclusive en las previsiones de la misma evaluación de impacto ambiental de Brasil se prevé una inundación en un margen del 5% para el Perú, por eso son impactos transfronterizos ambientales y trinacionales, que al margen del tema ambiental, implica vulneración de derechos humanos, el derecho a la propiedad individual y colectiva”, aseguró.
Recordó que por esa y otras razones solicitaron en 2007 a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, medidas cautelares.
“La solicitud la hemos presentado el 2007, el trámite es largo, en promedios una solicitud de medidas cautelares puede tener una respuesta en 5 años, nosotros ya vamos en 2 años, la intención es ir a dar el impulso necesario en la sede de la Comisión para que la denuncia pueda avanzar”, declaró.
Puntualizó que ahora el problema es que Brasil no toma ninguna medida al respecto, debido a que el Gobierno de Bolivia tampoco inició ninguna acción legal para evitar la inundación de comunidades enteras.
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