Cochabamba ocupa el tercer lugar, en la escala de las ciudades más importantes de Bolivia, que en los últimos años ha aumentando su población de manera considerable. Uno de los principales problemas de esta ciudad es la escasez y la alta contaminación del agua.
El Concejal Jhonny Antezana, señaló que la creciente demanda de agua para uso doméstico y de riego, sobre todo durante las dos últimas décadas, ha provocado un desabastecimiento casi total en los principales núcleos poblacionales de la zona Sur.
El gerente del Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario (SEMAPA), Ingeniero Leonardo Anaya, dio a conocer que las aguas subterráneas de la zona Suroeste de la cuenca de Cochabamba, se caracterizan por un incremento en la concentración de sulfato y otros metales pesados, que son nocivos para la salud humana.
“Es un envenenamiento lento pero seguro, que a la larga les lleva a la muerte, porque se depositan en los riñones y otros órganos vitales sin que nadie los remueva de allá”, precisó.
En la zona, dijo, la población no tiene acceso a la red de agua potable y estos barrios sin abastecimiento de agua, coinciden en general con las áreas sin alcantarillado sanitario, por lo que aumenta la contaminación en los acuíferos superficiales, de donde la población se abastece de agua, la misma que de acuerdo a recientes análisis existiría la presencia de ratros fecales y una amplia gama de bacterias.

DESECHOS SÓLIDOS
Otro tema preocupante es el recojo de basura. Sólo el 64.7% del total de los hogares cuenta con este servicio. Más del 50% de la población elimina sus desechos sólidos a campo abierto, ríos o vertederos, ocasionando numerosos focos de contaminación para las aguas de poca profundidad.
Sin embargo, el burgomaestre cochabambino, como el ex Gerente de la Empresa Municipal de Saneamiento Ambiental (EMSA), rechazan las versiones de Anaya y aseguran que los estudios realizados por los técnicos de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), demuestran que no existe este tipo de contaminación.
Sin embargo, los vecinos de la zona Sur, a través de la Asociación de Sistemas Comunitarios de Agua del Sur (ASICASUR), corroboraron las afirmaciones de Anaya y demostraron que la calidad del agua que se consume no es de las más aconsejables para la salud, por lo que resolvieron exigir el cierre del vertedero municipal ubicado en este sector.
Abraham Grandidier, ejecutivo de Asicasur, señaló que la asociación aglutina a más de 100 comités, las cuales tienen alrededor de 200 familias afiliadas, que consumen agua contaminada.
También se presenta como otro peligro de contaminación los acuíferos superficiales en Cochabamba, que arrastran materiales tóxicos y nocivos para la salud. Estas aguas son utilizadas en la fertilización intensiva de las tierras, pero no reciben ningún tratamiento.
A este problema se suma los abonos orgánicos de estiércol, que utilizados en grandes volúmenes, produce contaminación, por su alto contenido de nitratos, que al ser aplicados en zonas de riesgo, anula la capacidad de auto purificación y de nitrificación de los suelos.
De acuerdo a los estudios ambientales realizados en Cochabamba la contaminación más perjudicial es la que generan las aguas residuales de las numerosas granjas de vacunos, porcinos y avícolas, ubicadas en la zona de recarga de los acuíferos del Valle Central de Cochabamba. Estas aguas residuales son vertidas directamente en el suelo, con la terrible posibilidad de que éstas alcancen a los acuíferos someros, por la alta permeabilidad de los sedimentos.
En Cochabamba, alrededor de 70.000 habitantes, se encuentran sin el tratamiento de aguas servidas y una red solamente parcial de alcantarillado.
En la zona del Municipio de Sacaba, dijo, más de 30 mil habitantes descargan sus aguas servidas, sobre el cauce principal del río Rocha. Mientras que las aguas a la altura del aeropuerto, justo en la desembocadura de la serpiente negra, están completamente contaminadas, debido a que las curtiembres asentadas en la zona echan sus aguas sin tratamiento alguno al lecho del río, al igual que otras empresas emplazadas a lo largo de sus riveras.