Si hay un regalo extra que nadie esperaba que trajera la prolongada sequía y la falta de lluvias son las complicaciones en la salud. Pero ahora los catamarqueños deben sumar al calvario que implica soportar los pésimos servicios públicos y el calor, malestares como alergias, irritaciones en la garganta y todo tipo de molestias en las vías respiratorias.
De acuerdo con los datos que proporcionaron desde la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud de la provincia, de los registros de atención de pacientes de los hospitales de Niños "Eva Perón" y "San Juan Bautista", por día se estarían recibiendo entre 30 y 40 consultas por problemas de salud originados por la enorme cantidad de polvo en suspensión que hay en el ambiente.
Las causas de esta situación, señalan los médicos, se ubica en la tormenta de tierra que se registró el sábado 24 de octubre pasado. El cambio en las condiciones climáticas que se produjo en la zona sur del país, por el ingreso de una masa de aire frío, provocó lluvias en la zona pampeana y en el Litoral. Pero en el centro y noroeste, el viento sólo trajo tierra y polvo. El lunes, el viento rotó al norte y de vuelta a soportar la tierra.
Técnicamente, una alergia es una hipersensibilidad desarrollada por el organismo ante un "agente externo" o una sustancia que se inhala o se ingiere en la mayoría de los casos.
Pero los pacientes que fueron atendidos en los hospitales habían desarrollado una reacción en las vías respiratorias ante la tierra en suspensión. En su gran mayoría, el diagnóstico fue una "rinitis alérgica", con síntomas como secreción nasal acuosa, tos "seca", estornudos espaciados, persistencia de estos indicadores durante por lo menos unos cinco o más días.
En el Hospital de Niños, hubo pacientes que por las mismas causas desarrollaron infecciones en las vías respiratorias, como anginas.
"Más que administrar un descongestivo, o recomendar no exponer a los niños a ambientes con mucho polvo no podemos hacer. Hay que esperar las lluvias", expresó un reconocido alergista de esta ciudad consultado por este diario.
Es decir que ante estas circunstancias los médicos sólo pueden hacer un tratamiento sintomático para aliviar los síntomas. Porque es evidente que no pueden suprimir lo que ocasiona la alergia en este momento del año hasta tanto no llueva.
Y como si fuera poco, los médicos advierten que otra complicación para las alergias pueden venir de la mano de los cambios bruscos de temperatura: el frío del aire acondicionado en la casa o el trabajo (para quien tenga energía eléctrica) y el calor sofocante de la calle.
"Si a un proceso alérgico le sumamos los cambios de temperatura corporal, exponemos el organismo a desarrollar otras complicaciones, por lo que hay que extremar los cuidados, tomando mucha agua, hidratando el cuerpo y evitando poner el aire acondicionado muy frío dentro de la casa", recomendó.
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