Mientras la empresa EDECAT y el Gobierno tratan de solucionar la crítica situación de la provisión de energía eléctrica, una circunstancia que repercute directamente en el servicio de agua potable, el directorio de Aguas de Catamarca continúa realizando restricciones en la prestación del agua domiciliaria dado que aún no se puede contar con el caudal de agua que debería aportar un pozo ubicado en el Parque Adán Quiroga.
Esta sectorización, de acuerdo con lo que confirmó Juan Carlos Montenegro, integrante del directorio de la empresa Aguas de Catamarca SAPEM, se está realizando tomando como referencia los barrios ubicados hacia ambos lados de la avenida Los Terebintos, pero "partiéndola" a la mitad: con las válvulas se abre el servicio hacia un conjunto de barrios el tiempo suficiente como para que se llenen los tanques de los domicilios, mientras el otro espera su turno.
También se seguían realizando entregas domiciliarias de agua, aunque en menor cantidad de barrios que el sábado. Igualmente, desde las 8 de ayer se contó con una flota de 16 camiones, la mayoría de la empresa y otros de Vialidad Provincial y de la Municipalidad de la Capital.
"Los camiones cargan el agua en el pozo del Predio Ferial, ya no en la planta de la avenida Ocampo, y vuelven a los barrios para abastecer a la gente; a las 8 ya estamos en la calle y reitero que no nos vamos a tomar el feriado", dijo el funcionario a El Ancasti.
La mayor preocupación ahora será poner en funcionamiento el pozo cedido por la Municipalidad de la Capital, que solucionaría por completo el servicio para este sector de la Capital.
Reiteran a los vecinos que no deben derrochar
Las escenas de irritación social no sólo son provocadas por la pésima estructura de los servicios esenciales y por la carencia de decisiones atinadas de los funcionarios a cargo. A veces, aunque en muchísimo menor escala, son causadas por los mismos vecinos.
Tal es el caso de la gente que vive sobre la ex pista de Choya, hacia el extremo norte del barrio Parque Norte: los vecinos de una vereda tenían agua, y los de la otra, soportaban el tercer día sin una gota. Los primeros regaban las plantas y llenaban la pileta, y los otros organizaban un piquete en la calle para pedir la normalización del servicio.
Una postal similar se comprobó en el sur de la ciudad, donde sin embargo hubo pocos problemas con el agua.
Desde la empresa distribuidora, se insistió en que los vecinos deben "tomar conciencia de que el agua potable es un bien escaso, que hay que usarla con extremo cuidado, y que en momentos críticos, hay que ser sumamente cuidadosos con lo que se hace con ella".
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