Las situaciones límite suelen desafiar la inventiva y la resistencia del ser humano en el caso de que estas sean adversas y dolorosas. Cuando estas son desencadenadas por la naturaleza, ponen a prueba la organización, la capacidad no ya para prevenir, sino para actuar rápidamente ante la contingencia.
La extensa sequía que viene azotando a nuestra provincia ha desnudado falencias en materia de prevención de incendios forestales, en el sistema provisión de agua potable y de energía eléctrica, así como en la escasa cultura de preservar el líquido vital y no derrocharlo. También ha mostrado conducta antisociales en tucumanos que pese a la prohibición de la ley y a las recomendaciones y advertencias del Gobierno, han quemado cañaverales.
Los incendios de pastizales y de caña que llegaron a 800 el año pasado, se agravaron en 2009. La sequía, los vientos y las altas temperaturas actuaron como aliadas de estos siniestros, que se triplicaron respecto al año pasado. Desde agosto hasta ahora se estima que hubo más de 1.000 intervenciones de los bomberos de la Policía de la Provincia y de los voluntarios. Los incendios forestales son prácticamente nuevos en Tucumán. Para llegar a cada siniestro, los efectivos debieron aprender a hacer largos caminos en medio de la vegetación, de noche, sin senderos demarcados.
El extremo calor que quebró marcas históricas en Tucumán. La máxima de 43,4° C registrada a las 16.20 fue la más alta temperatura de un día 30 de octubre en los últimos 98 años, según informó el Laboratorio Climatológico Sudamericano. Por otro lado, la máxima absoluta para octubre es de 30° C, temperatura que se anotó en 1945. Los registros que se toman desde 1889, indican que el día que más calor hizo en Tucumán fue el 21 de enero de 1917, con 46° C. En estas variaciones climáticas, también tendría que ver la corriente de "El Niño" que habría hecho subir la temperatura del mar entre medio y un grado, debido a lo cual el período de lluvias se ubicará entre noviembre y marzo, se informó desde el Servicio Meteorológico Nacional.
Como en otros tiempos, vecinos de Tafí Viejo (alrededor de 40.000) y de Yerba Buena (unos 20.000) que quedaron sin el servicio o lo tienen en forma esporádica, reciben el líquido elemento a través de cisternas. En otras zonas afectadas, la Sociedad Aguas del Tucumán anunció un cronograma de suministro de agua.
Sobre los cortes de energía del viernes, EDET informó que, debido a la alta demanda, se produjeron inconvenientes en la sistema de transporte de energía. Esta situación afectó el sur de San Miguel de Tucumán y obligó a la empresa a administrar el suministro de energía por medio de cortes de entre 30 y 45 minutos en distintos barrios para evitar un apagón generalizado. El jueves había habido varios cortes en Concepción, en Yerba Buena, y en el norte y sur de la capital producidos por el recalentamiento de las instalaciones eléctricas y por la alta demanda del consumo, sobre todo residencial. La empresa dijo que se batió el récord de consumo de energía entre las 15 y las 18, con 443 megavatios, cifra que excede en un 5 % al máximo medido en el mismo momento del año pasado.
Hasta el momento no se han registrado demasiados casos de golpes de calor, especialmente en los niños; las elevadas temperaturas pueden producir complicaciones serias.
Una vez superadas estas adversidades, sería auspicioso que se trabajara en forma sostenida en el futuro para solucionar las falencias, y se realizaran, por ejemplo, las inversiones necesarias para que las poblaciones más afectadas por la escasez de agua no vuelvan a padecer este martirio, o se diseñara un plan anti incendio forestal. Se trata de aprender de los infortunios. |
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