La prolongada ola de calor que azota la provincia hizo elevar el consumo diario de agua potable en la ciudad capital y en La Banda a 165 millones de litros de agua por persona, un registro que solamente se presentaba durante los meses de verano y que ahora se adelantó por las altas temperaturas y la sequía.
Así lo informó a EL LIBERAL el jefe de Comunicación Institucional de la empresa Aguas de Santiago, Lic. Germán Robato, quien sostuvo que “se trata de aproximadamente 410 litros por día, por persona, en las dos ciudades que representan el 80 por ciento de los usuarios.
Según explicaron desde la empresa, el uso de agua potable prácticamente “se ha duplicado en comparaciones a meses anteriores”, lo que supera ampliamente el consumo promedio de 150 litros por persona por día recomendado por los organismos internacionales.
En tal sentido, Robato manifestó: “Los pozos están trabajando en su capacidad máxima. Este registro que se tiene por estos días se da generalmente en los meses de diciembre y enero, en pleno verano, y hoy lo tuvimos en octubre”.
El constante riego de calles y jardines mediante el uso de mangueras, como también el llenado de piletas de domicilios particulares y el uso de bombas centrífugas domiciliarias provocan que el consumo promedio aumente considerablemente.
Desde Aguas de Santiago indicaron que esto trae como consecuencia que “la presión de agua se resienta en aquellos barrios que se encuentran aguas abajo principalmente los más alejados del anillo central de distribución de la ciudad”.
Es por ello que se recomienda hacer uso racional del agua mientras dure la ola de calor, especialmente evitando actividades como el riego de calles o jardines y el llenado de piletas con agua de la red,
Perjuicio
Uno de los problemas principales que se presentan en los distintos barrios de la capital es el empleo de mangueras para regar en una misma franja horario, lo que produce un prejuicio para el sistema provincial.
Advirtieron que además de utilizar más agua de la que realmente se necesita, cuando muchos vecinos riegan a la misma hora, producen una importante despresurización en la red (pérdida de presión), perjudicando a un importante número de habitantes.
“A esto se suma el perjuicio que causan las bombas centrífugas de uso domiciliario instaladas directamente a la red, las cuales son utilizadas fundamentalmente para el llenado de piletas y riego incrementando el consumo hasta tres veces”, indicó el representante de la empresa.
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