La situación del noroeste santafesino es preocupante. A la sequía de todo el año se le sumaron los problemas que traen aparejados los cortes de energía. Es por eso que intendentes, presidentes de comunas y otras organizaciones se reunieron ayer para elaborar un documento que será presentado hoy al gobernador de la provincia, Hermes Binner. Según las autoridades comunales, en la ciudad de Tostado sólo le queda agua potable para consumo humano para los próximos veinte días.
Tanto las ciudades de Ceres y Tostado como las localidades más pequeñas de esa región, que debieron soportar el fin de semana altas temperaturas que orillaron los 43° y una sensación de casi 50° sin luz ni agua, sufren una sequía interminable que ha provocado una gran mortandad de vacunos y ahora peligra la existencia vital del agua para el consumo.
En la asamblea de ayer se redactó un documento crítico con todos los reclamos del sector que será entregado hoy al gobernador Binner. En el petitorio manifiestan que se podría haber evitado la magnitud del imprevisto, con caóticas consecuencias por los inconvenientes ocasionados a la provisión de agua potable y a los hospitales de la zona, que inclusive, tuvieron que derivar pacientes a otros lugares de la provincia para poder atenderlos.
Por otro lado, en San Cristobal, que sufrió prolongados cortes de luz y agua, el senador por el departamento, Felipe Michlig, se reunió con productores a los que se les murieron miles de animales (puso como ejemplo a un productor de huevos al que se le murieron 7.000 gallinas) y acordaron realizar un pedido al gobernador de un subsidio por la pérdidas de los comerciantes en alimentos debido a los cortes de luz que afectaron la zona en los últimos días.
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