En este marco, el presidente del directorio de Sameep, Gustavo Martínez, aseguró ayer a NORTE que “el problema principal radica en que de manera irresponsable se construyeron barrios sin planificación.
Tengan la absoluta certeza que este gobierno está trabajando, está poniendo todo su empeño en solucionar un problema estructural que otros gobiernos jamás se han ocupado”, manifestó.
Con temperaturas récord, y con el aumento considerable de la población que se viene dando en los últimos diez años, Presidencia Roque Sáenz Peña sufre la falta de agua potable, por lo cual Sameep realizó una serie de trabajos en los reservorios ubicados a la vera de la ruta nacional 16 para acumular agua en un solo piletón, para de allí, con mayor fuerza, ser enviada mediante bombas a la planta de potabilización, pero la ausencia de lluvias sigue siendo el principal enemigo.
Este fin de semana se registraron temperaturas muy elevadas en Sáenz Peña, en un anticipo de la dureza que podría traer este verano. Condiciones climáticas que se hicieron más sufridas ya que volvieron los problemas para el suministro de agua potable para la población.
Incluso en los principales sectores céntricos de la ciudad no se contó con el servicio durante casi todo el día domingo, por lo que, haciendo insuficientes los recaudos que muchos vecinos tomaron de instalar tanques a nivel de piso para almacenar el agua, y luego elevarla mediante bomba a los tanques superiores que abastecen a la casa.
Los más afectados
Aún peor es la situación de los pobladores de los barrios periféricos que no tienen recursos como para afrontar un gasto adicional para colocar más tanques de almacenamientos y bombas de agua en sus domicilios. E incluso algunos no cuentan ni siquiera con conexión domiciliaria a la red de distribución. Hay sectores que tienen serias dificultades, como barrios muy populosos como el San Martín, Puerta del Sol y Juan Domingo Perón, entre otros. En todos los casos, los reclamos de los vecinos se hacen sentir con intensidad,
La población creció
Otro de los factores que influyó en la crisis del agua en esta ciudad es el descomunal crecimiento poblacional que se produjo en la última década, lo que sumado a la falta de acciones de parte de la empresa Sameep por tratar de solucionar estos problemas hace que la situación se vaya agravando. El pedido constante de un nuevo acueducto se intensifica no solo por parte de los habitantes de Sáenz Peña sino también de otras poblaciones, en cuanta oportunidad tienen de mantener contacto con funcionarios de la provincia cuando visitan el interior.
Este reclamo se hace eco en distintas localidades, pasando a ser una cuestión de fondo pero ya no sólo de la empresa que suministra el líquido sino del mismo Estado. Los más de 100 mil habitantes con que cuenta esta ciudad hace que demanden del Estado -tanto provincial como municipal- los servicios básicos como agua y otros servicios públicos indispensables. Es que estas carencias ponen en jaque los planes de construcción de viviendas y obligan a repensar seriamente en una nueva planificación a fin de evitar serios inconvenientes futuros. Sáenz Peña necesita de manera urgente una nueva reurbanización, sentenció Martínez.
Desolación por la falta de agua en El Impenetrable
La realidad más cruda y desoladora de esta histórica sequía que afecta a nuestro Impenetrable se ve reflejada en el establecimiento ganadero Los Majanes, ubicado a 103 kilómetros de Castelli hacia el norte por uno de los caminos que va hacia la localidad de Misión Nueva Pompeya.
Para salvar lo que le queda de su producción ante este desastre hídrico pocas veces padecido en la zona, allí lucha incansablemente el productor Luis Desch, un hijo de colono gringo que apostó a la ganadería en pleno norte del departamento General Güemes. Con rostro desconsolado, cuenta que jamás su familia sufrió una sequía tan prolongada, y con tristeza reconoce que ya se le murieron más de cien vacunos por falta de agua y alimentación, a lo que se le suma la aparición de enfermedades que desencadenan en una situación desesperante. Sólo basta recorrer los caminos y encontrarse con animales muertos cada cinco o diez metros para palpar el desolador panorama que se vive en este establecimiento en pleno Impenetrable.
Hace más de un año y medio que no llueve considerablemente y casi todas las represas y lagunas ya no tienen agua desde hace meses. El resto de los pobladores ya casi no encuentra alternativas para sus animales que con tanto esfuerzo cría para su subsistencia durante el año.
En esta zona, considerada inhóspita hasta hace pocos años, la mayoría de los pobladores son pequeños productores que se dedican a la cría de vacunos, caprinos y equinos para el consumo hogareño, ya que es la principal actividad que tuvieron históricamente. Muchos recuerdan haber pasado épocas difíciles de prolongadas sequías, pero la mayoría coincide en que la actual es una de las más duras y extensas de las últimas décadas. Sin dudas las pérdidas son incalculables, pero más allá de lo económico, que prácticamente es irreparable para la mayoría, lo más triste es la desazón y la desesperanza que reina en la zona. Muchos perdieron las ganas de volver a empezar, aunque en el fondo saben que tienen que hacerlo porque no habrá otra manera de subsistir durante el año.
Desesperación por el agua
Desch tiene una de las represas artificiales más profundas de la zona. Desde que la construyó, hace más de 15 años, jamás se quedó sin agua, a pesar de que diariamente llegaban cientos de animales a beber; pero ante esta sequía hace más de cuatro meses que se secó y generó el peor panorama que se puede imaginar. Semanas completas acarreaba agua en tanques desde lugares muy distantes de su campo donde aún queda una reserva natural importante, pero la desesperación lo llevó a realizar una inversión importante para una perforación que alcanzó los 225 metros de profundidad hasta llegar a un acuífero del que obtuvo una gran cantidad de agua. Esta perforación, única en la zona por su magnitud, le permite sacar agua con un molino y una bomba para abastecer a todo su ganado. La abundante maza líquida sube por presión propia hasta una distancia de tres metros de la superficie, aunque no es apta para el consumo humano debido a un grado de salinidad del 8 por ciento.
A pesar de haber encontrado una alternativa muy importante al problema del agua, los otros factores generados por la sequía --como la falta de pasturas y algunas enfermedades-- siguen provocando numerosas muertes de sus animales.
Acarreo en camiones
Desde hace meses, dos camiones provistos por el Estado provincial llevan a cabo una tarea intensa de acarreo de agua para el consumo humano y para los animales hacia los parajes más alejados de la jurisdicción de Miraflores. Este trabajo, de manera gratuita, consiste en la toma de agua desde el reservorio natural El Caimán, ubicado a 80 kilómetros de Castelli hacia el norte, de donde trasladan por caminos de tierra casi intransitables el líquido vital a cientos de pobladores, a quienes les descargan en sus represas para que sus animales puedan subsistir.
Este es un padecimiento diario que miles de familias del norte chaqueño deben afrontar, con la única esperanza de salvar sus animales y con los ojos puestos en el cielo a la espera de la tan anhelada lluvia que traiga aunque sea un poco de alivio.
Desesperación en Villa Angela por la falta de agua para consumo humano
La falta de agua también se hace sentir fuertemente en la ciudad agravándose con las altas temperaturas que se vienen registrando. Numerosos inconvenientes viene padeciendo la población villangelense con el abastecimiento de la red de agua potable.
Fundamentalmente en los barrios donde la gente tiene que soportar horas de desvelos, esperar y esperar a que llegue el líquido elemento y puedan juntar un poco para poder subsistir. No obstante esto en algunos lugares, la gente comenta, que hay días que no llega nada de agua a la canilla de su casa y tienen que recurrir a la solidaridad de otros vecinos acarreando cuadras y cuadras, aunque sea para el consumo mínimo, es decir para beber y asearse.
La situación es cada vez más complicada, la gente espera ansiosa a las lluvias importantes que permitan normalizar o aliviar el drama que se está viviendo, pero hasta el momento solo se registran vientos fuertes, tormenta, pero el agua no llega. La desesperación es cada vez mayor, se espera que pueda llover y así satisfacer en parte esta necesidad por la falta de agua, especialmente cuando el calor comenzó a hacerse sentir con gran fuerza.
Encima, la luz
Si el panorama del agua es grave, no menor son los sistemáticos cortes de luz que se vienen produciendo y que agravan la falta de agua, los vecinos se ven sorprendidos por estos cortes que pueden ocurrir a cualquier hora del día y sin aviso. |
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