Las dos obras que construye la Provincia para solucionar la crisis hídrica que enfrentan las localidades de Sierras Chicas no estarán utilizables este verano.
Se trata de la repotencialización de la planta potabilizadora de La Calera y del acueducto Saldán-Unquillo. La fecha de finalización está prevista para el 15 de diciembre, pero se necesitarán al menos otros dos meses para su puesta a punto.
En la actualidad, Mendiolaza y Unquillo reciben agua del embalse de La Quebrada, junto con Río Ceballos. El objetivo de las obras es que estas dos localidades tomen el recurso del embalse de San Roque, a través de la triplicación de la potencia de la planta de La Calera, que ya provee agua a esta ciudad, Saldán y parte de Villa Allende.
De esta manera, se liberaría la cuenca de La Quebrada para proveer agua a Río Ceballos. "La Provincia prometió que estará listo para el 15 diciembre, pero no creo que se vaya a llegar para esa fecha. Además, se necesitan dos meses de corrección y readaptación del sistema", indicó Gaspar Lemos, intendente de Río Ceballos.
Las obras fueron presupuestadas por primera vez en 2004. Tras varias idas y vueltas, el dinero, unos 30 millones de pesos, recién fue ejecutado el año pasado.
Pero Lemos alertó de otro problema: "Falta ensanchar un ducto entre Saldán y Villa Allende. Cuesta cuatro millones de pesos, pero no está licitado. Esto va a producir un cuello de botella".
La tercera obra urgente es el ensanchamiento del canal Los Molinos-Córdoba, de donde se provee agua a un tercio de la Capital. Ayer, el gobernador Juan Schiaretti recibió el compromiso de la Nación para gestionar el financiamiento internacional necesario para cumplimentar esta obra.
Schiaretti confirmó a este diario que se licitará en enero y podría estar concluida a mediados de 2011. El plan consiste en la repotenciación del canal para duplicar su caudal y llevarlo a más de dos metros cúbicos por segundo, con lo que se garantizaría el abastecimiento de agua a la ciudad de Córdoba para los próximos seis a ocho años.
La obra demandará una inversión de 150 millones de pesos, pero como Córdoba carece de ese dinero, Schiaretti le planteó el problema al ministro de Planificación nacional, Julio De Vido, quien comprometió la gestión de la administración nacional para obtener un crédito ante organismos multilaterales, como los bancos Mundial e Interamericano de Desarrollo y la Corporación Andina de Fomento.
De Vido también comprometió el respaldo al proyecto cordobés de construir un canal desde los ríos Paraná o Dulce para asegurar el recurso para los próximos 30 años.
Se trataría de una obra faraónica, aunque técnicamente posible, según indicó Juan Pablo Rentería, investigador del Centro Universitario Rosario de Investigaciones Hidroambientales.
"Es factible. El agua es buena. Rosario y Santa Fe toman agua del Paraná. Lo único que hay que extraer es la tierra y protegerla de que no haya volcamientos industriales", dijo.
Rentería calculó que se necesitarían unos cinco metros cúbicos por segundo para proveer a Córdoba. El Paraná tiene un caudal de 10 mil metros, por lo que no habría daño ambiental.
Sin embargo, indicó que los costos serían altísimos, porque hay que recorrer 500 kilómetros y subir por bombeo unos 500 metros, la diferencia de altura entre Santa Fe y Córdoba.
"Para un sistema de acueductos de 400 kilómetros y con una subida de 100 metros, Santa Fe presupuestó mil millones de pesos. Por sus dimensiones, el acueducto a Córdoba tendría un costó superior a ése", comparó.
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