La Prefectura Naval extrajo este martes un buque hundido del Riachuelo y de ese modo retiró del lecho del río 310 toneladas de chatarra, en el marco del plan de saneamiento de la cuenca hídrica.
Con esta extracción ya suman 23 las embarcaciones retiradas y en los próximos seis meses se sacarán otras diez, por lo que habrá 10 mil toneladas menos de basura en ese curso de agua, según se destacó.
El operativo estuvo a cargo de la Prefectura Naval y con la supervisión de la Nación a través del ministro de Justicia, Julio Alak, y el secretario de Ambiente, Homero Bibiloni.
El buque Clyde -una nave de 44 metros de largo, 8,45 de ancho y 2,10 de alto- es la embarcación número 23 retirada en el marco del plan de reflotamiento de buques en la Cuenca Matanza - Riachuelo.
El ministro Alak explicó que “este operativo se produce en el marco del saneamiento integral del Riachuelo, que es una aspiración de los gobiernos nacional y provincial y de los vecinos de toda la cuenca”.
“El Riachuelo era una vía navegable y cristalina hace más de 100 años que, por diferentes factores, como el abandono de barcos hundidos y la contaminación industrial, fue perdiendo esa calidad; hoy se está empezando a recuperar a partir de un esfuerzo muy grande”, indicó Alak.
Por su parte, Bibiloni señaló: “Esto permite un mejor flujo del río y, en la medida en que lo vayamos recuperando desde la alta cuenca a la baja, favorece el escurrimiento de las aguas. Lo que estamos haciendo, en definitiva, es quitar los obstáculos que ha puesto el hombre para que el río vuelva a su comportamiento conforme las leyes de la naturaleza”.
El titular de la Prefectura, Oscar Arce, apuntó que “la chatarra, una vez procesada, es vendida y los beneficios son donados al Hospital de Pediatría Juan Garrahan”.
Para llevar adelante las acciones, la Prefectura destacó buzos del Servicio de Salvamento, Incendio y Protección Ambiental y equipamiento específico, medios terrestres y fluviales, para extraer el buque.
Las tareas comenzaron con una inspección subacuática, efectuada al tacto y en aguas de nula visibilidad por los buzos de Prefectura, con el objeto de detectar averías e ingresos de agua.