El Comité Provincial de Emergencia analizó la grave situación que atraviesa Jujuy por la falta de lluvias, advirtiendo que el problema se puede agudizar, por lo que recomendó a la población hacer uso racional del agua para consumo humano y eficientizar la que se destina a riego.
El ministro de Infraestructura, Fernando Frías, alertó: “La sequía ya es un problema que alcanza a todos los sectores de la sociedad. Empezará a notarse en las disponibilidades de agua para consumo humano”. En este marco, recordó los problemas que actualmente experimenta La Mendieta.
“Cada jujeño debe tomar conciencia del momento que estamos viviendo”, reflexionó el funcionario para luego exhortar a la comunidad a racionar el agua en el lavado de veredas y automóviles, dejar de lado el uso de piletines, evitar el goteo de grifos, abreviar los tiempos de ducha y limitar el riego de jardines y macetas.
Respecto del agua para riego, explicó que se procura eficientizar todo lo posible la distribución de lo poco que entrega el río Grande. Mencionó dificultades en la zona del Ramal, en especial los ingenios Río Grande y La Esperanza. Los problemas, por el momento, son menores en la zona tabacalera, ya que los diques conservan buenos niveles.
Los incendios forestales son otro problema generado por la sequía y afecta principalmente a la zona boscosa. Los focos ígneos más severos se registran en Caimancito y zona de influencia. Los recursos disponibles resultan insuficientes para combatirlos.
De la reunión del Comité de Emergencia celebrada ayer, participaron el ministro Frías, los secretarios de Infraestructura, Fernando Rosenbluth y de Planificación, Mónica Boero;de Protección a la Comunidad, Marcelo Nasif; de Gobierno, Diego Manuel Orellana; rpresentantes de Recursos Hídricos, Agua de los Andes, Vialidad de la Provincia, 6to. Distrito de Vialidad Nacional, Dirección de Políticas Ambientales del Ministerio de Producción y Medio Ambiente, de la Guarnición de Ejército “Jujuy”, SAME 107, de Gendarmería Nacional y Policía de la Provincia.
La sequía azota al 90% del país
La prolongada sequía de este año, una de las peores de los últimos tiempos, está comenzando a afectar a todo el país y, segun datos divulgados por fuentes oficiales, azota al 90 por ciento del territorio de Argentina, una situación agravada en algunas provincias por la propagación de incendios forestales.
El agua no llega y crece la alarma en varias provincias, donde la sequía golpea cada vez con más fuerza, haciendo que estas declararan la emergencia hídrica, a la vez que sufren cortes programados en el suministro de agua.
Uno de los escenarios más complicados lo vive una vasta zona de la provincia de Córdoba que provocó el corte de agua potable a los habitantes de la localidad de Río Ceballos y la emergencia hídrica en Villa Carlos Paz y Alta Gracia. En Catamarca, las autoridades negaron estar en una situación crítica pero reconocieron que el nivel de los diques está en bajante.
En La Rioja se decretó la emergencia hidráulica por 15 días en la capital provincial y en los departamentos de Chilecito y Chamical, lo que implica el uso del agua potable sólo para consumo humano.
En Santiago del Estero la falta de lluvias viene acompañada de altas temperaturas que llegan a los 51 grados de sensación térmica en algunas zonas.
En Tucumán, las autoridades aseguraron que es la primera vez en 40 años que no llueve en la provincia en el mes de octubre por lo que estudian declarar la emergencia hídrica.
En Santa Fe, la sequía y la falta de lluvias afecta al norte provincial con epicentro en la ciudad de Tostado, donde la actividad agrícola ganadera “está en emergencia por la falta de precipitaciones y muertes de animales por ausencia de forrajes”, dijo el intendente Enrique Fedele.
En San Luis, las lluvias del fin de semana lograron aplacar los incendios forestales, mientras que las altas temperaturas causaron fallas en el suministro eléctrico a la población.
En tanto, en Buenos Aires la falta de precipitaciones ocasionó dificultades en el sur de la provincia, en la zona del dique Paso de las Piedras, del que se provee de agua la ciudad de Bahía Blanca, el cual está en su nivel mínimo histórico.
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