El Gobierno de Córdoba analiza tres medidas adicionales para afrontar la crisis hídrica que castiga a la provincia: promover la instalación de medidores de consumo en todos los hogares de la provincia, colocar reguladores de consumo en las viviendas y revisar la estructura de la tarifa, de modo de penalizar más a quienes más consumen.
Así lo confirmó a La Voz del Interior el ministro de Obras y Servicios Públicos, Hugo Testa. Ayer, en la reunión de Gabinete provincial, se decidió incluir el cuidado del agua como materia de estudio obligatoria y promover la instalación de medidores en las localidades del interior donde sea necesario. "Es sólo el título, estamos diseñando ideas", dijo Testa. Lo que sí confirmó es que no será la Provincia la que asuma ese costo: "Los prestadores son los que resuelven eso; normalmente se le cobra al usuario", dijo. Un equipo de medición ronda los 150 pesos.
Testa sostiene que el uso de medidores desalienta el consumo y cita los casos de Río Ceballos o Villa Allende, donde el gasto diario por persona no supera los 200 litros, menos de la mitad que en Capital. Igual, cree que en la ciudad hacen falta 100 mil medidores adicionales para que se sienta un uso racional. "Yo no soy de los que piensan que sólo los countries malgastan, hay muchas otras conexiones que también lo hacen", advirtió.
De todos modos, la instalación de medidores no resuelve la urgencia de esta crisis hídrica. Testa aseguró que habrá suba de tarifas en esta ciudad, pero no sólo la recomposición por más costos que argumenta Aguas Cordobesas, sino un cambio en la estructura de la tarifa, de modo que la penalización sea todavía mayor. "Podríamos modificar esos escalones o cambiar la alícuota, estamos estudiando diferentes esquemas; también estamos pensando en bajar la base libre de 25 m3", reveló Testa.
En virtud de la renegociación del contrato, desde abril de 2008 rigen nuevos valores: todos los usuarios con medidor pagan un cargo fijo mensual que incluye el uso de 25 m3 de agua.
Hoy, hay 60 mil medidores instalados en los zonales siete, seis, cinco y parte del cuatro y en todas las nuevas conexiones que se pidieron desde abril de 2008.
Por encima de ese piso, se paga un adicional: 65 centavos el m3 para quien consuma entre 25 y 35 m3 al mes; 82 centavos para el escalón que va de 35 a 45 m3; 1,11 centavos para el rango de 45 a 55 m3 y por encima de 55 m3, 1,49 centavos.
Si bien están en estudio, se podrían reducir esas escalas o aumentar significativamente el precio por el sobreuso.
También es cierto que esta revisión tarifaria demandará, como mínimo, dos meses.
–¿No está relativizando el Ejecutivo la gravedad de esta crisis?, le preguntó La Voz del Interior al ministro.
–No, no la estamos relativizando, estamos haciendo todo lo que hay que hacer. No es una crisis menor; la hemos visto en cuencas puntuales, como en Río Ceballos en 2005, pero entonces el San Roque y Los Molinos estaban bien. Lo que ocurre es que no hay conducta, hace nueve meses que no llueve y nos toma en una situación en la que la conducta también ayudaría.
¿Y ahora? Para el corto plazo, Testa insiste en reforzar la tarea de concientización en la población y acentuar los controles que hacen el Ersep y la Municipalidad de Córdoba.
¿Medidas más drásticas? "Cortes no, por el momento no los evaluamos porque el lago tiene suficiente agua como para llegar hasta fin de año", indicó.
Pero sí admitió que en el corto plazo se podrían colocar reguladores de consumo en las zonas identificadas como las más gastadoras. "Estamos evaluando la posibilidad de poner cepos, en los próximos días podríamos implementarlo, sabemos claramente dónde se gasta de más", agregó.
El cepo o regulador reduce el caudal de agua que ingresa a una vivienda. Se puede colocar en cualquier conexión.
“No vamos a congelar tarifas”
El ministro de Obras y Servicios Públicos, Hugo Testa, afirmó ayer que la Provincia “no va a congelar tarifas”, en particular la del agua, porque ello implica una posterior recuperación que golpea con mayor dureza a los clientes.
De tal forma, el funcionario defendió el mecanismo de reconocimiento de costos acordado con Aguas Cordobesas en el contrato que regula la prestación del servicio desde 2006.
Este ajuste paulatino de precios sobre la base de los incrementos producidos en el semestre anterior “es una manera de dosificar los aumentos”, dijo a este diario. “No vamos a congelar las tarifas de pecho y que después nos sorprendan subas del ciento por ciento. Veremos si corresponde 10, 12 o lo que sea”, explicó.
Aguas pidió un ajuste por los primeros seis meses de 2009.
El cuidado del agua se enseñará en las escuelas
En el ciclo lectivo 2010, las escuelas de Córdoba incorporarán a su currícula la enseñanza obligatoria del cuidado del agua potable.
La decisión tiene como objetivo la concientización desde temprana edad del uso racional del agua para que no haya un gasto indiscriminado por habitante.
El gobernador Juan Schiaretti consideró que “cuando desde niños se les enseña el cuidado de las cosas, la incorporación de los conocimientos repercute en la familia y llega a buen puerto”.
Llenan piletas con el truco del camión
Villa Carlos Paz. Pese a la emergencia hídrica y que peligra la provisión del servicio de agua potable, en Carlos Paz hay vecinos que siguen llenando piletas. Y para evitar ser multados contratan los servicios de camiones cisterna para que transporten agua desde el río a sus casas. Así lo constataron ayer inspectores municipales que secuestraron un camión que cargaba agua en la zona donde se ubica una bomba municipal que extrae agua del río para riego. En la mañana de ayer, los inspectores siguieron al vehículo y comprobaron que llevaba agua a una casa para el llenado de la piscina. El camión fue secuestrado y ahora su propietario deberá demostrar que estaba habilitado para llevar adelante este trabajo. A pesar de ello, con la emergencia hídrica y la alerta roja en el servicio, está expresamente prohibido el llenado de piletas de natación.
Desde Inspectoría General, Roberto Flores, explicó que se investigará si el propietario del camión estaba vendiendo el agua que transportaba desde el río, en la toma de la calle Alejandro Magno y Costanera.
“El dueño del camión dijo que no sabía que no se podía extraer el agua del río y planteó que estaba autorizado, pero constatamos lo contrario”, dijo el funcionario de Villa Carlos Paz.
Precauciones en Cosquín. Por otro lado, el intendente de Cosquín, Marcelo Villanueva apuntó ayer que desde el municipio están llevando adelante una campaña de difusión para advertirle a los vecinos que hiervan el agua o le administren cloro antes consumirla.
El problema se presentó porque a partir de la escasez del recurso, el municipio no puede garantizar la potabilidad del agua de la red.
Análisis
Vecino, ¡a regar! (un árbol nuevo)
Por Cristina Aizpeolea - caizpeolea@lavozdelinterior.com.ar
No podemos salir a construir un dique nuevo para almacenar el recurso, ni diseñar un acueducto para “importar” agua santafesina. No podemos hoy los vecinos resolver la crisis hídrica. Pero menos aún, podemos alimentarla dejando de regar el árbol o reclamando la prisión efectiva del vecino que sí lo hace.
Aunque la sequía exige cuidar el agua al extremo, la emergencia debería incluir la recomendación de cuidar el árbol; una fuerte campaña pública para forestar y enseñarle a chicos y grandes que cuidar el suelo y regar el árbol, más que un derroche, es un acto responsable, una salida a futuro.
Lo dijo con claridad la bióloga bellvillense Sandra Díaz, Premio “Nobel a la Paz” junto al Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas. Ya lo decían aquellas composiciones escolares.
El árbol es como el pulmón de la ciudad porque con su copa multiplica el oxígeno y reduce la contaminación ambiental y sonora. Protege y nutre la tierra con las hojas que se le caen, brinda la sombra en verano y lo hace agradable, anima el paisaje y nos invita a estar afuera. Es el que morigera el clima.
No darle agua porque hay emergencia, más que responsable, sería un suicidio.
A esta sequía, los vecinos sólo podemos contrarrestarla con árboles. Pidamos árboles. Plantemos un ejemplar y le demos algo del agua que nos toca a cada uno en esta emergencia. No es tanto lo que necesita. Un balde, dos, cada dos días, dicen los viveristas.
Es la cuarta parte del volumen que se va por el resumidero en una ducha rápida. Es mucho menos que los ocho litros que se lleva una descarga del inodoro. Se lo pongamos a la noche, para que el agua rinda y no se evapore.
Dejemos la gramma bahiana para Brasil y el césped inglés para un jardín londinense; que crezcan palmeras en el Caribe. No hay agua para “travestir” este ambiente dejando abierta la manguera. Busquemos un fresno, una mora híbrida, y tendremos sombra en dos años, a cambio de 15 pesos.
De nada servirá seguir pidiéndole lluvia al cielo, si acá abajo no nos preparamos para recibirla. No habrá ninguna bondad si llega cuando toda la ciudad sea una gran calle de tierra, árida como un desierto.
En vez de aire limpio, ambiente fresco, más oxígeno, sombra, perfume, color, paisaje, pájaros, humedad y más lluvia, lo único que traerá el agua cuando caiga será... barro. O inundaciones. Entonces protestaremos y le echaremos la culpa al “tiempo loco”.
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