Un estudio realizado por Promar (Programa Mar Chiquita de la Universidad Nacional de Córdoba) sobre las posibles causas de la aparición de nubes de sal detectadas por primera vez en 2006, concluyó que uno de los factores de ese fenómeno es la reducción del tamaño del espejo de agua y, por ende, el crecimiento de las playas.
Enrique Bucher, de Promar, explicó: “Hasta 1980, el tamaño de la laguna había alcanzado unos dos mil kilómetros cuadrados como máximo. Después creció hasta cubrir casi seis mil km2. En la actualidad, debido a la bajante que se viene dando desde 2003, se contrajo hasta los 4.200 km2. Es decir que quedaron descubiertos 1.800 km2 del lecho de la laguna. Si a estos sumamos algunas lagunas importantes en los bañados del río Dulce que también se secaron, la superficie de playas salinas expuestas llega hoy a la impresionante cifra de 200 mil hectáreas. Es decir, el tamaño que tenía toda la laguna antes de 1980. Nos encontramos ante una situación nueva, que merece atención y preocupación”,afirmó.