La sequía que afecta a cinco regiones de Bolivia centra hoy las deliberaciones del Consejo Nacional para la Reducción de Riesgos y Atención de Desastres Emergencias (Conarade).
De acuerdo con el viceministro de Defensa Civil, Hernán Tuco, el embate climático provocado por el fenómeno de El Niño, es la causa de la ausencia de agua en las regiones del altiplano, valle y el Chaco.
Tuco precisó que la falta de lluvias afectó a cuatro departamentos: La Paz, Chuquisaca, Santa Cruz y Tarija, regiones a las que se sumaron Oruro y Cochabamba.
Las elevadas temperaturas se dejaron sentir nuevamente la víspera en toda la nación suramericana.
El caso más llamativo se registró en Villamontes (Tarija), donde el termómetro registró 45,5 grados centígrados.
En el altiplano, los campesinos indican que desde hace una semana llueve esporádicamente durante dos a tres minutos, lo que es insuficiente para la siembra.
A su vez en el valle, más de 900 familias de los municipios de Morochata y Pasorapa están afectadas por la falta de agua, situación que afectó a la agricultura y ganadería.
La región más azotada por la sequía es el Chaco. La falta de agua y lluvias hizo que los municipios de Villamontes y Entre Ríos, en Tarija, declaren la alerta naranja.
En Macharetí y Huacaya (Chuquisaca) piden que se les declare zona de desastre para paliar los pérdidas que tienen.
Mientras, en el departamento de Santa Cruz están afectados Charagua y Cabezas.
Al referirse a este problema, la ministra de Desarrollo Rural, Julia Ramos, dijo ayer que el gobierno garantiza los recursos para combatir la sequía.
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