La directora del Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Aridas (Iadiza) y especialista del Conicet, Elena Abraham, sostuvo ayer que el problema de la sequía es “una cuestión de fondo” porque “el 70 por ciento” del país es de “tierras secas”, sobre las cuales en general se hace mal uso.
“Los argentinos en general no nos animamos a mirar de frente y tiene que ver con una realidad de la Argentina, que no es el país de la Pampa Húmeda”, dijo Abraham.
La especialista senaló que “Argentina es el país de las tierras secas, es el país de las zonas áridas, 70 por ciento del territorio son tierras secas”.
Asimismo, indicó que “Argentina es el octavo país del mundo por la extensión de sus tierras secas y no hay políticas de Estado en relación con esto”.
Abraham explicó que “las tierras secas tienen su dinámica, tienen un funcionamiento, que los que estudiamos tierras secas lo conocemos bien y hemos tratado de transmitirlo”.
“Uno de esos funcionamientos es que tienen una tremenda variabilidad en el ciclo de precipitaciones. Puede haber muchos años que esté por encima de la media y otros en que esté por debajo de la media. Eso es conocido”, remarcó.
Por eso, en una entrevista con la televisión de Mendoza, recogida por DyN sostuvo que “tenemos que saber vivir en las tierras secas, tenemos que prepararnos para momentos como éstos, en los que tenemos varios años de sequías, sequías recurrentes”.
“Lo que no es normal es que no estemos preparados para trabajar con eso en el 70 por ciento del territorio del país y Mendoza no es ajena a eso”, acotó la investigadora mendocina.
Efectos
En ese sentido, citó como ejemplo la producción ganadera y señaló que “cuando las precipitaciones son mayores que la media, los campos están más verdes, los productores se entusiasman y entonces se recargan los campos con mayor capacidad, con mayor cantidad de ganado que lo que la capacidad del campo tiene, y cuando viene la seca, que es lo que está pasando ahora, tenemos un campo degradado y desertificado”.
El proceso de desertificación, indicó, tiene que ver con la sequía “porque está en la base del problema de las tierras secas, pero tiene mucho más que ver con la forma en que nosotros producimos y vivimos en las tierras secas”.
Abraham sostuvo que la desertificación es el avance de las condiciones del desierto en tierras productivas “por mal manejo antrópico, por mal uso, por degradación de la tierra”. Ello ocurre, acotó, “porque estamos realizando prácticas agrícolas que no son sustentables, porque urbanizamos sin tener en cuenta la fragilidad del territorio donde estamos urbanizando, porque regamos demasiado y mal”.
“Como todo, tenemos siempre los dos extremos. La decisión gubernamental y la sensibilización de la comunidad, de la ciudadanía en el uso racional del agua, en hacer jardines que no tengan tanta necesidad hídrica”, resaltó.
En el caso de Mendoza, la especialista dijo que allí hay “una cultura que tiene que ver con lo verde, cuando en realidad nuestra cultura debería tener que ver con lo árido”.
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