Las cosas no son siempre tan malas y hay que buscarle a todo su lado optimista. Por ejemplo, la sequía que azota a todo el país y particularmente a La Rioja, tiene su lado positivo: habrá menos dengue. Y si reniega porque su vecino ricachón tiene una pileta olímpica llena de agua, consuélese pensando que ello será un hervidero de larvas y que él, el ricachón, deberá lidiar con tan extendido bicho. Claro, pensará, es una idea genial esto de ser egoísta, pero… peor es desesperase por el dengue, la malaria, la fiebre porcina que nos acecha en invierno, la inseguridad, los sueldos y la insufrible presidenta de todos los argentinos… y argentinas, riojanos y riojanas, dengos y dengas.
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