Con vistas a la situación de creciente del Paraná y a la llegada del fenómeno climático conocido como la “corriente del niño”, los integrantes de la Junta Municipal de Defensa Civil de San Luis del Palmar se reunieron el martes con técnicos del Instituto Correntino del Agua y el Ambiente (Icaa), para consultarlos sobre la situación del Riachuelo. Si bien la comitiva sanluiseña solicitó al organismo provincial un estudio sobre la cuestión, el pedido se resolverá la semana próxima, dado que este trabajo tiene un alto costo económico.
La reunión estuvo presidida por el intendente local, Vicente Romero, quien estuvo acompañado por todos los concejales de la localidad y los miembros de la Junta Permanente de Defensa Civil, órgano que se conformó la semana pasada ante la crecida del Paraná, del cual el Riachuelo que atraviesa San Luis es uno de sus afluentes. Elena Montiel y Maximiliano Galarza fueron los representantes del Icaa a quienes la comitiva sanluiseña planteó sus inquietudes.
En primera instancia, el intendente Romero solicitó a los representantes del organismo provincial la asistencia técnica necesaria, a fin de tener un informe y conocimiento especifico referido a la cuenca del Riachuelo, cuyo cauce atraviesa la localidad. El objetivo principal de la reunión llevada a cabo en el Palacio Municipal coordinar las tareas a efectuar, viendo la posibilidad de sufrir las contingencias climáticas de la “corriente del niño”, que está pronosticada para fines de este año. Para ello los técnicos del Icaa efectuaron una observación de planos y fotos satelitales de la cuenca del Riachuelo, y posteriormente una visita “in situ” al lugar.
Según los representantes de la dependencia administrada por Mario Rujana, las perspectivas futuras para los trabajos a realizar en esta cuenca tiene a implementar limpieza, dragado y situación de desagües pluviales. Sin embargo, los técnicos admitieron a las autoridades sanluiseñas que el organismo al cual representan está saturado de trabajos, más aún teniendo en cuenta la situación de creciente que manifiesta el río Paraná y sus consecuencias y previsiones para las poblaciones costeras.
En este aspecto, el intendente de San Luis, Vicente Romero, comentó anoche a El Litoral que a pesar de la crecida del Paraná, el Riachuelo está prácticamente seco. Sin embargo, los pronósticos alertan una nueva crecida de la cuenca, y esto podría tener consecuencias sobre el río que atraviesa el casco urbano sanluiseño. “El principal temor es por las 196 viviendas que se encuentran a escasos metros del cauce, y los problemas que podríamos tener si hay una crecida”, dijo Romero.
Además, las autoridades de la localidad solicitaron un estudio respecto a la pérdida de profundidad que experimentó el Riachuelo en los últimos años, como consecuencia del desvío del cauce hacia algunos campos en la zona de Itatí.
Luego de labrar las actas correspondientes, la comitiva de San Luis y los dos técnicos del Icaa acordaron reunirse la semana próxima, cuando tengan respuestas sobre la posibilidad de llevar a cabo los estudios solicitados.
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