Autoridades vietnamitas dispusieron hoy todos los recursos para la búsqueda de los pobladores de las provincias de Phu Yen y Binh Dinh que aún siguen desaparecidos tras el paso del tifón Miriane.
El vicejefe del gobierno Hoang Trung Hai recorrió ambas regiones y ordenó también a distribuir de inmediato toda la ayuda de emergencia para quienes permanecen aislados por las inundaciones.
Llegada la noche del jueves la cifra de fatalidades continúa aumentado y alcanza ahora a 154 entre muertos y desaparecidos.
Tan sólo en Phu Yen, con el peor saldo, los muertos llegaron a 69, 14 desaparecidos y más de 400 casas destruidas, mientras numerosas localidades quedaron todavía cercadas por las riadas.
El ejecutivo vietnamita ordenó también a los responsables de Salud adoptar todas las medidas necesarias a fin de evitar brotes de las enfermedades clásicas que siguen a esos desastres naturales.
En Binh Dinh, 42 mil viviendas siguen sumergidas, más de 300 fueron barridas y dañadas casi cuatro mil. Los fallecidos alcanzan a 13, tres personas desaparecieron y otras 15 resultaron heridas.
Mirinae destruyó un total de 15 mil casas e inundó unas tres mil hectáreas de arroz y cinco mil de otros cultivos. Asimismo centenares de criaderos de peces y camarones resultaron anegados, mientras los pesqueros hundidos en alta mar superan los 300.
El estimado preliminar de las pérdidas materiales se eleva a 887 billones de dong, casi 50 millones de dólares, indicaron fuentes oficiales.
Este tifón, oncena perturbación del año, azotó Vietnam cuando aún se recuperaba del Ketsana, que al cierre de septiembre último causó 167 muertes y daños millonarios por el centro norte, tras arrasar Filipinas con las mayores riadas en 40 años, 900 fallecidos y dejar una estela de epidemias, un caos agravado también por Mirinae.
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