Un recorrido de un extremo a otro de la ciudad de Córdoba, desde Villa Esquiú hasta Argüello, por casi 30 barrios de distinta condición socioeconómica, sirvió para comprobar el alto grado de colaboración de los vecinos en el cuidado del agua.
Pese a que el relevamiento incluyó calles internas y sectores poco concurridos, no se encontraron veredas baldeadas ni jardines regados, tampoco lavado de autos. Los pocos y delgados hilos de agua que brillaron se extendían por sólo unos metros.
A ese cuidado generalizado se suman la gran cantidad de denuncias que se realizan a los teléfonos habilitados por la Municipalidad (0351-4285600, internos 8012 y 7602). "Nos sorprende la toma de conciencia de la gente", señaló Hernán Domínguez, director del CPC Mercado de la Ciudad y coordinador del operativo, quien ejemplificó: "Hemos recibido llamadas muy comprometidas, como el de una mujer que lloraba al contar que su vecina de Recta Martinoli y Neper se negaba a dejar de regar".
En una ciudad que aparenta estar seca por todos lados, son las denuncias las que permiten descubrir a quienes derrochan.
El funcionario comentó que la mayoría de las denuncias, gracias a las cuales se labraron 220 actas desde el lunes hasta ayer, se registran en barrios cerrados y en canchas de tenis. "También hay casos extremos, como una vecina de Alta Córdoba que denunció que en Fragueiro al 300 hay una casa donde cambian el agua de la pileta cada dos días, o una denuncia de barrio Cárcano sobre el riego de una cancha de bochas todas las tardes", agrega Domínguez.
Otro de los motivos por los que resulta difícil ver las infracciones es que se cometen de noche y hasta de madrugada. "El viernes pasado hicimos un operativo nocturno y fue uno de los días que más actas confeccionamos", cuenta el funcionario.
A las denuncias se suman consultas sobre el cuidado de agua o por temor a multas como, por ejemplo, los que preguntan si se puede regar las plantas con un balde o una botella. De acuerdo a lo informado, el operativo de control municipal cuenta con 11 inspectores, a los que se suman otros tres de Recursos Tributarios.
Los que trabajan con agua. Un caso especial en medio de la sequía es el de los servicios que dependen del agua para mantener su fuente de ingresos. Daniel Roteda, propietario de un lavadero de autos en avenida Capdevila al 2.100, señala: "El trabajo no disminuyó para nada, lo que sí notamos es que algunos clientes preguntan si no hacen multas a los autos limpios, pero seguimos lavando la misma cantidad de autos diarios".
Héctor Hernández, propietario de un servicio de transporte de agua con sede en Villa Esquiú, que incluye el llenado de piletas, dijo que su trabajo no aumentó por la sequía. "Hasta que no haya cortes en la ciudad nosotros no tendremos incremento de pedidos", explicó, y agregó: "Trabajamos con agua de pozo y entregamos recibo para evitar multas". Un tanque de 30 mil litros, con el que se llena una pileta familiar, cuesta entre 300 y 500 pesos, según la distancia.
Menos calor, menos consumo
El registro que lleva Aguas Cordobesas en la ciudad de Córdoba muestra que el viernes pasado (29 de octubre), con una temperatura máxima superior a los 37 grados, el consumo trepó a los 438 litros por persona, mientras que el miércoles pasado, con una máxima de 32 grados, el consumo llegó a los 368 litros por persona, lo que representa una disminución del 16 por ciento. Marcela Dávila, vocera de la empresa, explicó que si bien puede haber un mayor cuidado del agua por parte de los vecinos, la disminución se puede atribuir en gran medida a la variación de temperatura.
El sector turístico, tranquilo
Hoteleros y autoridades de las principales localidades turísticas de las sierras están tranquilos, a pesar de la situación que se vive por la sequía en Córdoba. Aseguran que en diciembre el actual panorama se revertirá, que en Buenos Aires se exagera esta crisis hídrica y que la temporada turística será tan buena como otros años.
El secretario de Turismo de Villa Carlos Paz, Carlos Azzaretti, aseguró que no hay una merma en las reservas porque la gente sabe que esta situación de sequía se da siempre en esta época, aunque reconoció que sí hay una baja en la afluencia de los fines de semana. Y pronosticó que la temporada de verano será "muy buena".
"La gente llama para preguntar por la sequía", dice la directora de Turismo de Villa General Belgrano, Giselle Castracane. Pero aseguró que "no hay riesgo de quedarse sin agua potable", y que no cree que se afecte el movimiento de la temporada".
"Estamos redoblando esfuerzos en el cuidado del agua y prevención de incendios, pero preparamos la temporada como siempre. Creemos que el régimen de lluvias se va a regularizar en los próximos 15 días", confía Alberto Jiménez, intendente de Mina Clavero. Y dice que la sequía no es tan grave en Traslasierra como en otros valles.
Daniel Buonamico, secretario de Turismo de La Falda, cree que la temporada será buena aunque dependerá de "la aguda crisis climática". Darío Durban, de La Cumbre, señaló: "Soy optimista, llegaremos con lo justo".
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