“La ciudad de Tostado se convirtió en un infierno: entre el calor, los cortes de luz y la sequía, estamos en el horno”. La ironía corrió por cuenta de Enrique Fedele, intendente de esa zona agrícolo-ganadera santafesina, donde no llueve desde hace un año y medio. El último domingo, como todos los días, los 17 mil habitantes del pueblo terminaron de almorzar y se envolvieron en su siesta impostergable. Durante el sueño de la tarde, cuando la temperatura alcanzaba los 45 grados y la sensación térmica llegaba a 57, un corte de luz dejó a todos transpirando hasta la madrugada del lunes. “El ventilador y el aire acondicionado no son un lujo para esta zona sino una necesidad. El corte de energía nos dejó sin poder respirar”, describió a Crítica de la Argentina el periodista Miguel Rosales, que escribe en Elnuevochasqui.com.
“Había un malestar generalizado, no sólo por el calor sino también porque el corte provocó problemas con los artefactos eléctricos. A mí se me descompuso la heladera a causa de que subía y bajaba la tensión”, protestó Élida Armando, una docente jubilada, de 58 años. El domingo, Élida había terminado de lavar los platos del almuerzo familiar y, apenas se tiró en la cama, el sofocón se le vino encima. “El verano en Tostado empieza en primavera. O antes. El fin de semana fue un infierno”, repasó.
El corte del domingo también provocó la interrupción de la cadena de frío de los productos perecederos. Según precisó Daniel Cagliero, presidente de la Cámara de Empresarios de Tostado, los pocos comerciantes que hay en la zona se vieron obligados a regalar, e incluso tirar, leche, carne y helados, porque no tenían dónde congelarlos. A partir de los últimos cortes, los vendedores analizan incorporar el grupo electrógeno a sus gastos fijos.
Tostado encabeza el departamento de 9 de Julio. Queda en el noroeste de Santa Fe, a 326 kilómetros de la capital provincial. Casi la totalidad de las 440 hectáreas del distrito es campo. Su promedio histórico de lluvia siempre fue de 850 milímetros por año, pero en los últimos dos no se superaron los 390. “Había más de un millón de cabezas de ganado y la sequía nos hizo perder dos tercios”, detalló el intendente a este diario, y agregó: “Eso generó una desocupación del 50% y el colapso de los sistemas sociales de la municipalidad”.
RECUERDO DEL AGUA. El agua que circuló siempre por las redes de la ciudad de Tostado proviene de un acueducto que sale del río Salado y llena las represas. Según las autoridades de esa ciudad, Santiago del Estero debería permitir a los santafesinos el acceso a una cuota del río Juramento, que nace en Salta. Como eso no ocurre, el río se está secando.
En Córdoba siguen los cortes
Las autoridades cordobesas continuaron ayer con la aplicación de cortes de agua programados por la sequía. La falta de agua en áreas del centro y norte del país facilitaron el avance de incendios forestales en las provincias de San Luis, Córdoba y Tucumán. La sequía es producto de la escasez de lluvias y el aumento de la temperatura en los últimos meses. A pedido de la gobernación cordobesa, la Cooperativa de Agua de Río Ceballos implementó cortes rotativos que afectaron a las localidades de Unquillo y Mendiolaza. La decisión se tomó por la bajante histórica registrada en la cota del dique La Quebrada. Villa Carlos Paz declaró la emergencia hídrica y es una de las zonas más comprometidas porque el dique San Roque, su principal proveedor de agua, también bajó. Los inspectores municipales debieron aplicar sanciones a vecinos que contrataron camiones cisterna para llenar sus piletas de natación.
En Córdoba, unos 250 bomberos y dos aviones hidrantes combatieron un incendio en el norte provincial. En San Luis, un brigadista murió y otros dos se intoxicaron mientras combatían un incendio forestal al sur de la capital provincial. En Tucumán también hubo un incendio en la zona de Lules, a 22 kilómetros de San Miguel.
|
|
|