La necesidad de descomprimir las presas que acumularon agua del río Limay para satisfacer una posible demanda eléctrica, provocó los primeros perjudicados entre los lugareños de la zona de China Muerta y esta ciudad. Ya hubo evacuados y pequeños productores que perdieron parte de su cosecha.
El coordinador provincial de Defensa Civil, Claudio Domínguez, informó que se produjo la evacuación de dos familias en las islas 120 y 121, en total 14 personas. En ese tramo ubicado en cercanías de Senillosa, lo más duro de sobrellevar quedó para otras 18 familias de la isla 119, quienes perdieron "gran parte" de su producción de alfalfa, hortalizas y maíz.
Según la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) las erogaciones "podrían alcanzar 1200 metros cúbicos por segundo". El río Negro, a su vez, podría llegar a unos 1.150 metros cúbicos.
Gatica se veía ayer anegado. En esta zona cuatro familias que viven en la Isla verde permanecen en sus casas, pero el terraplén que las vincula con la costa fue sobrepasado por la crecida.
Francisco Baggio, director municipal de Defensa Civil, informó que allí hubo un evacuado que luego volvió a su casa.
"No es cierto que estén largando un máximo de 1200 metros cúbicos. Todos nuestros relevamientos nos indican que el volumen de agua sobrepasa esas marcas", dijo Baggio, quien tildó al titular de la AIC, Elías Sapag, de "un administrador de lo que le marcan las generadoras de energía", en lugar de "ser alguien que resguarde los intereses de los pobladores".
La acumulación de agua en la presa de Piedra del Águila (y el impacto que ello tiene en su compensador Pichi Picún Lufú) es parte de una estrategia del gobierno nacional para optimizar el paso de cada metro cúbico de agua en su afán de generar energía, en un contexto donde en los últimos años hubo un crecimiento de la demanda, ahora reducido.
Por eso los caudales se fueron acumulando. Y se busca liberarlos, con el consiguiente riesgo para pobladores y cultivos ubicados aguas abajo.