Unos 700 millones de pesos en cinco años serían necesarios invertir en la empresa Obras Sanitarias Mendoza para garantizar que 90% de la población a la que le llega el agua potable y 78% que tienen cloacas pueda seguir contando con esos servicios.
En nuestra provincia, todavía hay 160.000 personas que no reciben el líquido vital y 352.000 que no cuentan con cloacas. La situación es compleja debido a que por cada dólar que se invierte agua, se ahorran 25 ó 30 dólares en salud según la Organización Mundial de la Salud.
El dato surge en un escenario complicado debido a los efectos que la sequía genera, sumado a esto el "derroche" de agua que se hace en Mendoza, tornan inviable cualquier planificación de ese recurso estratégico.
Desde sectores científicos y privados, han manifestado preocupación por lo que sucede con el agua en nuestra provincia. La semana pasada, la Fundación por el Agua presentó un informe en el que señalaban que en nuestra provincia no se aprovecha 50 % del agua que se genera; y el jueves, investigadores del Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Áridas (Iadiza), manifestaron preocupación por la oferta hídrica para este verano y el año próximo.
Asimismo, desde el Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) se alarman porque el consumo de agua potable por habitante en Mendoza llega a los 450 litros diarios, mientras que los organismos internacionales recomiendan que esa cantidad no debería superar los 250 litros por día por persona.
La Plata. Los estudios que ha realizado el EPAS indican que entre 1996 y 2004, los operadores que recibieron en consignación el manejo del agua potable, sólo invirtieron 13,96% del total de la inversión que debían realizar. El dato fue dado en la reunión que se realizó el jueves en el Consejo de Estado, organismo encargado de elaborar el Plan Estratégico de Desarrollo.
Desde el organismo de control admiten que tienen inconvenientes para garantizar el servicio debido a los problemas de "funcionamiento estructural, mantenimiento e inversión".
Con ese diagnóstico, saben que es complicado el manejo de la provisión de agua potable y se lamentan: "el escenario es complejo y si hubieran puesto esa cantidad de dinero no estaríamos en esta situación", indicó Javier Montoro, presidente del Ente Provincial del Agua y Saneamiento (EPAS).
Sin servicio. Más allá de los estudios científicos y de los diagnósticos corporativos, también hablaron en la reunión del Consejo las personas que se ocupan de asistir a parte de esos 160 mil mendocinos que no tienen agua. Jorge Melichan, director regional de la Fundación Medi Mission, contó cómo en Colonia Gómez, una localidad ubicada a sólo 16 kilómetros de San Martín, "la gente no tiene agua, recibe la que le lleva la comuna y muchas veces pasan 20 días con el agua en tachos abiertos o en piletas de cemento. Esta semana ya no tenían agua, no tienen baños ni cloacas".
Melichan explicó también que desde hace un año y medio recorren la provincia y han pasado por localidades como Tres Porteñas, Carril Chimbas y diferentes puestos de Lavalle y Malargüe. "Vemos las limitaciones de acceso de salud, para poderse atender tiene que migrar a centros urbanos mayores y no pueden llegar".
Racionalizar la demanda. En el EPAS entienden que el agua es un derecho humano, debido a que garantiza la vida y además también es clave para el desarrollo económico de los pueblos y personas.
Es por esto que consideran que es necesario "rediscutir el riego, definir claramente cómo obtenemos el agua potable y concientizar sobre su uso responsable. El cambio climático plantea una escasez del recurso y se podría condicionar la oferta, así entonces tendríamos que racionalizar la demanda asociada a la nueva propuesta de ordenamiento que se está trabajando".
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