Desde el martes pasado hay un aumento considerable de los caudales en función de que la AIC decidió liberar el agua sobreacumulada en las represas. Esto se debe a un manejo poco previsible de la situación”. Con esas palabras, Francisco Baggio, director municipal de Defensa Civil de Neuquén, describió la situación de alarma que se vive en la zona. “Esto es grave para las poblaciones de la ribera del Limay y también de las islas. Hay por los menos quince familias afectadas, dos evacuadas. Y también está subiendo el agua de las napas en Neuquén”, agregó.
“Se privilegiaron intereses de las empresas energéticas antes que comunitarios –explicó el funcionario–. Se dio la orden de acumular agua, previendo una crisis energética que no fue y que iba a precipitar poco durante el verano. Pero no hubo crisis y llovió más de lo esperado. Las presas llegaron al límite y ahora se ven obligados a abrir compuertas, generando daños y perjuicios a la población”.
Baggio cree que las erogaciones superan los 1.200 cm3 por segundo –el doble de lo normal– declarados oficialmente por la AIC. “De noche pudimos comprobar un mayor movimiento del caudal. Eso sería muy grave”, sentenció.
“En la ribera de los ríos hay una gran cantidad de productores de fruta que verán afectada su cosecha. Ya lo hemos denunciado en otra oportunidad. La AIC funciona como una delgada de las empresas generadoras de energía y ésa no es la función primaria que debe cumplir”, concluyó Baggio |
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