El fuerte viento que se abatió en esta ciudad la madrugada del sábado causó daños de consideración en la obra de la planta potabilizadora de agua que debía ser inaugurada el próximo 15 de diciembre y que ahora deberá esperar un tiempo más para su habilitación, según la inspección realizada ayer por autoridades provinciales y de la empresa constructora.
Ayer por la mañana visitaron el predio el director de Obras Sanitarias de Santiago del Estero (Diosse), ingeniero Orlando Iñíguez, y el responsable de la empresa constructora que lleva adelante la obra, ingeniero Martín Ferreira, para evaluar los daños ocasionados por el temporal de viento y agua.
La principal novedad es que la inauguración y puesta en funcionamiento de la planta que estaba prevista para el 15 de diciembre, deberá esperar un tiempo mayor debido a “habrá que rehacerla en un gran porcentaje por los destrozos ocurridos”.
En contacto con EL LIBERAL, Ferreira explicó: “Indudablemente ha sido una ráfaga muy fuerte de viento la que pasó por acá, aunque no en todo el predio, sino en la parte más cercana a la represa. Está a la vista el tinglado que aparece como el más dañado, pero el mayor perjuicio se produjo en las instalaciones, las que estamos construyendo a cielo abierto como marca el proyecto. Las inclemencias del tiempo en la etapa de construcción son determinantes y en este caso sucedió justo en el momento en el que estábamos a una semana de hacer la prueba de filtro para la llegada de las ósmosis en 20 días”.
“Indudablemente esto hará que tengamos que desarmar gran parte de las instalaciones, devolver las bombas de impulsión y otras a los fabricantes para que las pongan en condiciones a pesar de que no estuvieron en función. Tienen que volver a ser calibradas y hacerles un service por daños, y mientras tanto iremos calibrando las cañerías porque todo ha quedado deformado”, especificó.
En el lugar se observaron las cisternas y bombas totalmente deterioradas que deberán compactarse nuevamente y para ello tendrán que quitar todas las cañerías para que las bases de sustentación recuperen la firmeza que requieren. Todo esto demandará un costo imprevisto por parte de la empresa ya que la obra no había sido entregada aún.
En primera instancia una de las tres cisternas resultó con una rotura y desplazada de su sitio ya que al estar vacía (estaban a punto de tomar agua de la represa), ha sido socavada. “No podemos hablar de tiempos porque hay que desarmar primero, evaluar los daños en su profundidad y ver los plazos que no solamente dependerán de la constructora sino también de quien provee los insumos”, adelantó.
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