Las autoridades de las localidades cordobesas de las Sierras Chicas decidieron reiterar entre el miércoles y el domingo los cortes de agua en las ciudades de Río Ceballos, Unquillo y Mendiolaza para contrarrestar los efectos de la prolongada sequía. Los intendentes Gaspar Lemos, de Río Ceballos; Germán Jalil, de Unquillo y Daniel Salibi, de Mendiolaza, tomaron la decisión tras comprobar que los cortes de la semana pasada resultaron positivos para preservar las escasas reservas de agua, que quedan como consecuencia de la gran bajante del Dique La Quebrada.
Los nuevos cortes se producirán de 6 a 6 en lugar de las 0 a 24, como se aplicó la semana pasada, y en Río Ceballos volverá a interrumpirse la provisión de agua el miércoles y el domingo, mientras que en Unquillo y Mendiolaza el servicio se verá afectado el jueves y el sábado. En todos los casos el suministro será normal el viernes.
"Lo más importante que hemos visto es el nivel de reducción de requerimiento de agua al dique. Son 14 millones de litros de agua", graficó Salibi, quien estimó que podría volver el cronograma de cortes aunque rogó por la pronta llegada de las lluvias.
EN ESPERA DE LA LLUVIA
Sin embargo, el agua llegaría recién para el fin de semana, según adelantaron meteorólogos del SMN. Según las estimaciones, el viernes por la tarde-noche "se producirían tormentas con chaparrones de mediana intensidad, con milimetrajes interesantes" para paliar la difícil situación que se vive en la provincia.
Dentro de los críticos panoramas, en la localidad de Salsipuedes, la situación se complica porque esa población se abastece de agua a través de pozos que están casi secos, informó el intendente Sergio Cornejo.
"Las perforaciones son cinco, que están funcionando en un 50 por ciento, por lo que estamos distribuyendo agua en camiones, con los que no damos abasto", dijo el jefe comunal.
A su vez, en la turística Villa Carlos Paz, que se alimenta de la planta potabilizadora de Cuesta Blanca, que nutre el río San Antonio, muy lejos de sus niveles, el alerta rojo sigue vigente y las autoridades extreman controles para que el uso se limite al consumo humano y se eviten los derroches, los que son sancionados con fuertes multas.
La Cooperativa concesionaria del servicio a Villa Carlos Paz instaló una bomba alternativa en el lago San Roque, de donde saca agua para proveer al barrio Costa Azul, en el ingreso norte de la ciudad.
Y en Cosquín, otra población del Valle de Punilla, se apela a la extracción de agua del balneario La Toma que se distribuye en camiones, con prioridad a hospitales, geriátricos y escuelas, aunque no es apta para el consumo y sólo puede ser usada para higiene y servicios sanitarios.
También se expanden los focos de fuego
Los incendios forestales que se desencadenaron en las sierras cordobesas en el marco de la gran sequía que afecta a la provincia, ya consumieron alrededor de unas 30 mil hectáreas en la localidades de Ischilín y Punilla, y el panorama se tornó crítico en varias zonas de la provincia, debido a las altas temperaturas que azotan a la región y que dificultan las tareas.
De todas maneras, los bomberos lograron controlar ayer los focos de incendio en la zona de Ongamira y Todos los Santos, aunque los efectivos, las autoridades y los pobladores se mantienen en estado de alerta.
El operativo incluyó a dos aviones hidrantes que rescataron agua en Villa del Totoral, para regresar a la zona de Ischilín, y sofocar las llamas en cercanías de Cañada del Río Pintos.
El titular de Defensa Civil de la Provincia, Diego Concha, informó que las llamas fueron contenidas en Cruz del Eje, en Santa Cruz del Lago (Carlos Paz) y en San Clemente (en el Valle de Calamuchita). Como consecuencia de los siniestros originados hace casi una semana -en medio de una feroz sequía-, ya se quemaron unas 30 mil hectáreas en la zona de los departamentos Ischilín y Punilla, lo que representa para los lugareños el mayor desastre en los últimos 30 años. |
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