El municipio de Yacuiba, Tarija, determinó mediante un estudio técnico que la intensa sequía que afecta al Chaco no se constituye en un factor determinante para bajar la producción agrícola y ganadera, al menos, en la primera sección de la provincia Gran Chaco.
El estudio realizado por Armando Gómez, funcionario de la Subprefectura, detectó cuatro puntos claves con los que tropieza la producción agrícola en la zona y que de solucionarse al margen de la falta de agua, la actividad en el campo sería posible, rentable y sostenible.
Los problemas son: la falta de calendario agrícola, por cultivo y con épocas de siembras distintas y zonificadas para los tres pisos ecológicos de la geografía local. El uso irracional e indiscriminado de plaguicidas y una falta de transferencia de tecnología hacia el productor.
Gómez considera que programa serio técnico-agrícola en el Chaco es posible el cultivo de la soya que, que de acuerdo a sus características, requiere en todo un ciclo aguas de 450 a 800 milímetros (mm). Humedad que existe en esta zona árida del país.
Explicó que ese estudio determina que las siembras en Yacuiba son desordenadas y dispersas, acentuando mucho más los efectos de la errática distribución de las lluvias. Por lo tanto se propone identificar la época de siembra de cada cultivo tal como lo hacen las comunidades de menonitas.
Los suelos compactados es otra de la gran limitante. El estudio puntualiza que producto de este mal, el suelo no retiene ni acumula agua. Esta capa dura e impermeable no permite que la raíz desarrolle y crezca, y al chocar con la capa, las raíces se doblan, trayendo como consecuencia plantas raquíticas, pequeñas y poco productivas.
“Yacuiba cuenta con centros de investigación, el Servicio Departamental Agropecuario y la Universidad, instituciones, fundaciones y ONGs que deberían proporcionar alternativas de solución a los problemas, generar discusión para llegar a los agricultores con una intensiva y sistemática Transferencia de Tecnología”, concluye el estudio. |
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