El tesorero del gobierno capitalino, Luis Rosendo Gutiérrez, aseguró que la actual política tarifaria en materia de agua, basada en bajos costos, está promoviendo el despilfarro del vital líquido, por lo que propuso una nueva estructura tarifaria que genere incentivos al ahorro, sin descuidar a los sectores sociales más rezagados, a los que se les seguirá manteniendo los subsidios.
En reunión con los diputados que integran las comisiones de Hacienda, y de Gestión Integral del Agua, el funcionario expresó que a las autoridades cuesta 20 pesos traer a la ciudad mil litros de agua, y los suministra a los consumidores por cuatro pesos, lo que hace que se desperdicie. Precisó que un litro de agua embotellada cuesta ocho pesos, cantidad con la que se podría comprar 2 mil litros del líquido.
“La política tarifaria del agua en esta ciudad es la más baja del país, a pesar de que los costos para traerla, desde lugares muy apartados del Distrito Federal, son los más altos del país”, expresó el tesorero, quien fue más allá al argumentar que “nos quedamos por debajo de países africanos”.
Respecto de los subsidios generalizados en este sector, manifestó que también han generado “altos costos” para las finanzas de la ciudad, pues hay apoyos que van de 65 hasta 95 por ciento.
Frente a esos factores –a los cuales se suman problemas de medidores, fugas, escasas lluvias y consumos excesivos–, Luis Rosendo Gutiérrez planteó a los legisladores “buscar una nueva política tarifaria” para la ciudad de México el año próximo, que comprenda subsidios focalizados.
Con ello, añadió ante los diputados de PRD, PAN, PRI, PT y PVEM, se podrá frenar los despilfarros del líquido y se podrá contar con mayores recursos para inversiones en obras hidráulicas y renovar, por ejemplo, los medidores.
Propuso que los nuevos cobros deberán tomar en cuenta dos elementos: las manzanas territoriales y el índice de desarrollo e infraestructura, el cual integra información oficial sobre el nivel de desarrollo humano, social, económico y urbano de que gozan los capitalinos.
Remarcó que esa política tarifaria “no tiene como fin principal recaudar, sino lograr el ahorro del líquido, que se premie a los ahorradores y hacerla compatible con la sustentabilidad ambiental”, además que se garantiza un esquema de justicia social para definir a quién sí subir y a quién no.
En torno a los planteamientos expresados por el tesorero capitalino, los diputados de los diversos grupos parlamentarios coincidieron en que la restructuración de las tarifas del agua en la ciudad de México es necesaria, pero se deberá evitar afectar a los sectores poblacionales más rezagados.
El diputado José Alberto Couttolenc, del Partido Verde Ecologista de México, dijo entender la necesidad de realizar cobros diferenciados por ese servicio, mientras que Rafael Calderón, de Acción Nacional, manifestó que el Gobierno del Distrito Federal debe ser congruente, pues por una parte dice que no habrá incrementos en esta ciudad, y por la otra cabildea con los diputados alzas a la tarifa del agua.