¿Por qué Brasil y Paraguay se quedaron a oscuras? El martes cerca de 800 ciudades brasileñas y todo el territorio paraguayo fueron afectados por un corte de electricidad. Las causas de un incidente que afectó a millones de personas todavía no están claras.
Inicialmente se había hablado de una falla en la represa hidroeléctrica de Itaipú, cuya propiedad es compartida con Paraguay, y que provee cerca del 20% de la electricidad brasileña.
Pero luego el operador aseguró que el problema probablemente se originó tras un accidente en la red de transmisión y agregó que este miércoles ya estaba funcionando normalmente.
"La hipótesis más probable es que hubo algún tipo de accidente que afectó a uno o más puntos en el sistema de transmisión", aseguró Itaipú en un comunicado. "Este accidente probablemente provocó otros, un fenómeno conocido como efecto dominó", añadió.
El presidente de la represa binacional, Jorge Samek, descartó que el corte de luz haya sido provocado por la represa y explicó que la central conseguía producir energía pero no lograba transmitirla por las redes.
El gobierno brasileño, por su parte, especuló con la posibilidad de que el motivo del apagón haya sido una "intensa tormenta".
En Brasil, al menos diez de los 26 estados sufrieron un corte de electricidad. Se estima que en un momento unas 50 millones de personas se vieron afectadas.
El apagón duró unas cuatro horas y produjo un caos de tránsito en las calles de Sao Paulo. En esta ciudad, al igual que en Río de Janeiro, se reforzó la vigilancia policial para evitar robos o actos de vandalismo alentados por la oscuridad.
Entre tanto, en Paraguay el colapso del sistema "fue total" y todo el país se quedó a oscuras, aunque sólo durante 15 minutos.
El jefe de operaciones de la Administración Nacional de Electricidad de Paraguay (ANDE), Luis Alberto Villordo, le había dicho a la BBC que "hubo un cortocircuito en una línea de alta tensión que sirve a la región de Sao Paulo".
Por su parte, el ministro de Minas y Energía de Brasil, Edison Lobao, manifestó en un principio: "La causa exacta aún se desconoce, pero sospechamos que problemas atmosféricos, una intensa tormenta, podrían haber contribuido o causado la caída de las líneas de transmisión de Itaipú".
Pero luego no volvió a darse ninguna versión oficial desde el gobierno brasileño sobre lo ocurrido.
Según el diario Folha do Sao Paulo, las investigaciones están en marcha y se espera que el Ministerio de Minas y Energía se pronuncie sobre el incidente.

El apagón generó caos en las grandes ciudades.
En Sao Paulo, donde viven 19 millones de personas, miles de pasajeros que viajaban en los trenes subterráneos debieron caminar junto a las vías hasta alcanzar las estaciones más cercanas y salir a la superficie.
Automovilistas desconcertados se detenían en las esquinas de las calles para preguntar qué había pasado, mientras bares y restaurantes se sumieron en la oscuridad, informó Gary Duffy, corresponsal de la BBC en Sao Paulo.
Los agentes tránsito y la policía hicieron todo lo posible para garantizar que los vehículos pudieran circular con seguridad. Se reportaron problemas similares en Río de Janeiro

Dudas
Según el corresponsal de la BBC, la cuestión del suministro de energía es políticamente delicada en Brasil a raíz de varios apagones que se sucedieron en el país en los últimos años, por lo que habrá presión para que un corte de luz de este tipo no se repeta.
Además, este tipo de incidentes puede poner en entredicho la capacidad del país como organizador de dos grandes eventos globales como son el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
De hecho, algunas voces ya se alzaron para consignar la preocupación por estos apagones, pero también por la violencia.
En octubre, dos semanas después de haber sido elegida para organizar los Juegos Olímpicos, Río de Janeiro sufrió uno de los enfrentamientos más violentos de los últimos tiempos entre policías y narcotraficantes, que dejaron 20 muertos.
La inquietud sobre la inseguridad, que también aqueja a Sao Paulo, hizo que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, admitiera que poner fin a la violencia no será tarea fácil