Acaban de tomar estado público, en estas últimas jornadas, conclusiones científicas ciertamente alarmantes acerca del proceso de desertificación que sufre un sector de nuestra Provincia. Si bien el fenómeno natural se advierte en muchas otras regiones del país, afecta especialmente al sur bonaerense con epicentro en Carmen de Patagones, de acuerdo a lo que pudo comprobarse a través de un informe realizado con tecnología provista por la NASA y procesada por especialistas del INTA.
La sequía, los fuertes vientos, la formación y desplazamiento de los médanos han terminado por alterar abruptamente el paisaje rural en las afueras de esa ciudad para convertirlo en un insólito arenal. A tal punto que los técnicos terminan de definir la zona como a un nuevo y verdadero Sahara, ya que tiene las mismas características del desierto africano. En lugar del campo que hasta no hace mucho podía verse, ahora se extiende un paisaje erosionado y barrido por fuertes tormentas de arena.
El trabajo realizado por ingenieros de la estación experimental Ascasubi ubicada a la vera de la ruta nacional 3 destaca los efectos de un fuerte proceso de degradación, agravado por el mal uso del suelo y por los efectos del fenómeno del Niño. Una región que era agroganadera se convirtió en una zona de médanos, con una sequía que se extiende desde hace meses. Alambrados, corrales, guardaganados y bebederos, todo se ve cubierto ahora por acumulaciones de arena.
Recientemente se mencionaron en esta columna las conclusiones alcanzadas en la 9na. cumbre de la Convención de las Naciones Unidas contra la Desertificación, que se realizó en la ciudad de Buenos Aires destinada a estudiar e impulsar fórmulas para evitar la creciente degradación de las tierras secas.
Allí se indicó que la Argentina y Nepal son países que se encuentran muy afectados por la calidad de sus tierras y fue a raíz de ello que el secretario de Ambiente de la Nación advirtió que la conocida expresión "Argentina, granero del mundo", no resulta en realidad representativa, ya que ella no refleja al sexto país en el mundo en superficie de zonas áridas, semiáridas y secas.
También se señaló que en el caso de nuestra provincia, la desertificación se está haciendo sentir con crudeza en tierras de Puán, Villarino, Villalonga, Stroeder y Carmen de Patagones, por la extrema sequía que castiga a la zona desde hace mas de cuatro años y que se agravó durante los últimos dos años. Esto hace que el fantasma de la desocupación ronde sobre el trabajador rural, esfumándose el trabajo colonizador de miles de familias.
La desertificación constituye, sin dudas, un gravísimo problema que las autoridades de nuestro país, tanto nacionales como provinciales y municipales, debieran reconocer y, desde luego, enfrentar. No se carece de planes de acción ya experimentados, que pese a sus limitados campos de aplicación han demostrado ser valiosos para detener una progresiva degradación del suelo, cuyo efecto se traduce no sólo en generar cuantiosas pérdidas económicas sino en proyectar hacia el futuro una amenaza cierta para la calidad de vida de las generaciones venideras.