Ayer, aproximadamente a las diez de la mañana, dos pilotes que sostenían tramos del histórico Puente Negro fueron destruidos, con el fin de facilitar las tareas de trazado de lo que será la defensa del río Dulce en el margen que da hacia la ciudad de La Banda.
Tal como lo anticipó en su edición de ayer EL LIBERAL, para facilitar las tareas del trazado de las defensas era necesario remover dos grandes pilotes de hormigón y ladrillos que eran empleados para sostener la estructura de hierro del puente, por lo que se procedió a derrumbarlas para facilitar el trazado de la futura costanera.
Mario Díaz, el encargado de la obra, comentó oportunamente a este diario que en un primer momento se estuvo trabajando con martillos neumáticos con la intención de demoler estos obstáculos para el avance de la obra, pero que existía la posibilidad de usar dinamita.
Cada una de las dos pilas que sostenían estos tramos del puente, eran de 1,20 metros de ancho por 3,20 metros de largo y 2,50 metros de alto.
El trazado de las defensas del río Dulce será de 700 metros de largo por 20 metros de ancho; mientras que la calzada de hormigón de la costanera abarcará una anchura de siete metros y constará de veredas peatonales sobre la margen izquierda del río.
El recorrido de las defensas se extenderá desde el Puente Carretero hasta Salta prolongación, y el objetivo es evitar inundaciones en la zona de influencia, incluyéndose el barrio Río Dulce que se encuentra a pocos metros del Puente Negro.
INTERVENCIÓN - Fiscal de Estado
Para Abate fue una decisión “poco feliz”
El fiscal de Estado de la provincia, Dr. Raúl Abate, visitó ayer al mediodía las obras de construcción de las defensas del río Dulce y remarcó que a su parecer la destrucción de dos pilares del histórico Puente Negro es una decisión “poco feliz”.
Abate señaló que la obra en construcción deviene de un proyecto del municipio de la ciudad de La Banda que contrató los servicios de la empresa Construcciones del Estero, en el marco de un proyecto denominado Defensa contra la inundación.
Luego de inspeccionar la construcción, señaló: “La obra se inició mediante contratos desconocidos por la Provincia, por lo que dicté una resolución para que me sean acercadas las autorizaciones correspondientes. Creo que, en cualquier lugar del mundo, se prioriza la defensa del patrimonio, aquí me parece que se actuó con ligereza”.
Esta “ligereza”, según el fiscal de Estado, obedece “al desconocimiento que la Provincia tenía sobre la obra, ya que la jurisdicción de un río es provincial, y no municipal”, y porque “un río provincial, es dominio público del Estado provincial”.
“El otro punto de conflicto, es el lugar de la construcción, exactamente en medio del río, del viejo cauce. No hay que soslayar el hecho de que cualquier imponderable de la naturaleza puede provocar que el río retome su antiguo caudal. Además, no se han tenido en cuenta las mínimas consideraciones de impacto ambiental”, remarcó
Abate adelantó que esperará que le hagan llegar las autorizaciones correspondientes de la obra y que una vez evaluadas “se verá qué medidas tomar, evitando llegar a conflictos interjurisdiccionales”.
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