La provincia avanzará así sobre obras hídricas y energéticas, teniendo en cuenta que la primera mejoraría el manejo del agua y el emprendimiento cordillerano podría generar 100 megas de potencia con una inversión de 100 millones de dólares.
En una entrevista brindada a FM EL CHUBUT, el funcionario precisó que «estamos retomando el tema del dique compensador Las Piedras, en una reformulación de lo que había en carpeta, adecuándolo a las necesidades actuales y compatibilizándolo ambientalmente, cosa que en su momento dificultó su concreción».
Mientras que también se reactivó desde la Secretaría «la formulación del proyecto del dique La Elena».
En el caso de Las Piedras, que estará ubicado aguas abajo del dique Ameghino, informó que están en la etapa de «anteproyecto y definición de la nueva tipología o del nuevo proyecto adecuado» a la actualidad productiva y urbanística de la zona.
En ese sentido, manifestó que «estamos trabajando con gente de la Universidad Nacional de Córdoba y muy pronto vamos a tener algunos resultados como para empezar a exponerlos».
Sobre el proyecto de La Elena «está muy avanzado, faltan los estudios ambientales, el anteproyecto está bastante definido», mientras que resta definir el aspecto ambiental y su financiación. Ambos proyectos «están en carpeta».
«Los dos tienen un componente que es el de regular el uso del agua, sirven de contención de crecidas», resaltó Pagani, quien destacó igualmente que con Las Piedras se piensa para amortiguar crecidas y mejorar el manejo del agua en las épocas en las cuales no abunda, «complementariamente con las obras de modernización del sistema del Virch».
La Elena está centrado en la generación de energía en Corcovado, son «100 megas de potencia y una obra de más de 100 millones de dólares, que tiene otras connotaciones para su concreción, que tienen que ver con todo lo que es el sistema energético y el negocio de la energía».
Cabe recordar que cuando surgió este proyecto, se habló de la posibilidad que el mismo proporcione energía a emprendimientos mineros cordilleranos.
Y algunas entidades ecologistas levantaron voces de protesta, a las que se sumaron quejas de comunidades aborígenes que interpretan que el espejo de La Elena afectaría tierras de sus ancestros.