La actual sequía empezó en julio 2008 y fue interrumpida con medianas lluvias solamente en los meses de octubre y noviembre 2008, para continuar hasta la fecha. Desde julio 2008 hasta octubre 2009, en 16 meses, cayeron en esta ciudad solo 461 mm. Comparando con el mismo ciclo de los años 2006 a 2007, cayeron más del doble; es decir, 982 mm. Esto hace que los efectos de la actual sequía sean tan fuertes para toda la población y el sector productivo y hasta los animales silvestres mueren o abandonan sin protección los montes, para encontrar agua en algún tajamar.
“Todos están sintiendo la situación, porque esta adversidad climática se ha unido con la sequía del año pasado y esto hace que toda la expectativa, la preparación que se tuvo en la sequía normal haya rebasado la capacidad que se tiene. Todos tienen pérdidas, los productores grandes y pequeños”, dijo Cándido Galeano, secretario de Pueblos Originarios de Boquerón.
La situación de agua para consumo humano es acuciante, pero el golpe sicológico más fuerte es la mortandad de animales. Hay pequeños y grandes ganaderos que lloran por la pérdida de sus animales, sea porque tuvieron que venderlos o los perdieron.
Una zona muy castigada es la ribera del Pilcomayo, donde varios pequeños poblados soportan la pérdida de sus animales, y no tienen agua ni alimentos.
Un pequeño y momentáneo alivio para los animales son las vainas que tienen ahora los algarrobos. “Está bastante triste y crítica la situación, la gente convive con poca agua que tiene, con animales silvestres, jabalí, guasu, mborevi y hay cantidad de animales muertos. Es muy lamentable y triste esto”, dijo Julio Jaime, poblador y representante de la zona en el comité Trinacional de la Cuenca del Pilcomayo.
Los poblados afectados se encuentran al norte de Pozo Hondo, Pedro P. Peña, La Represa, La Dorada, El Solitario, Pelícano y hasta la comunidad de Mistolar.
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