Desde el 1° de noviembre pasado hasta ayer, inspectores municipales de la ciudad de Córdoba labraron 420 actas de infracción a los usuarios que derrochan agua. Es decir, 35 por día. La medida, dicen desde el gobierno, tiene por objetivo que la gente tome conciencia, pero especialistas en el tema tildaron la iniciativa de "respuesta espasmódica" ante la sequía. Mientras que entre la población algunos aprueban la medida y otros la rechazan.
Las sanciones van desde los 250 pesos hasta los 50 mil, que son las aplicadas tanto a un simple vecino como a industrias y comercios que derrochen agua en grandes cantidades. Por ejemplo: 250 pesos se cobran al que lave con manguera el patio de su casa. Si se lava la vereda o el auto, el monto subirá según el agua utilizada. Cada vecino debe ir y hacer su descargo ante el juez.
El secretario de Ambiente de la Municipalidad de Córdoba, Fernando Cámara, le dijo a Clarín: "Nosotros tenemos 90 inspectores trabajando durante las 24 horas". El martes de esta semana, el Ente Regulador de Servicios Públicos (ERSEP) lanzó una batería de medidas para que los 440 mil usuarios conectados a la red de agua disminuyan el consumo de 400 litros diarios por persona a la mitad. Se prohibió regar jardines y llenar piletas. Pero además propuso instalar medidores a los usuarios y aplicar fuertes multas.
En las calles de esta capital es evidente la 'divisoria de aguas' que generó esta iniciativa. Por un lado, se oyen las voces de los usuarios más chicos, que celebran "que se multe a la gente que más gasta", es decir, a los sectores de mayor poder adquisitivo, sobre todo en chalets y casaquintas. Por otro lado, son estos sectores los que en su mayoría reclaman su derecho a seguir usando lo que pagan. En los countries Las Delicias y El Jockey, por ejemplo, el consumo llegó en los últimos días a 637 litros por persona diarios. Mientras que en Colonia Lola, una barrio marginal, el consumo apenas alcanza los 180 litros por persona al día.
Gabriel Vargas, uno de los jefes de inspectores, consideró: "Más allá de las multas, creo que hay una toma de conciencia, porque las actas que labramos son principalmente por lavado dentro de las viviendas. En los últimos días, afortunadamente no labramos actas de llenado de piletas, ni lavado de autos o veredas".
El ambientalista Raúl Montenegro, profesor de la Universidad de Córdoba y titular de la Fundación para la Defensa del Ambiente, salió al cruce de las multas: "El Gobierno de Córdoba y Aguas Cordobesas tomaron una medida mediática y populista. El Gobierno reaccionó tarde y ahora busca criminalizar el derroche del agua: si durante una década los dejaste hacer, no los persigas ahora. Antes el Gobierno y el concesionario ponían medidores y no les importaba el consumo, con tal de que pagaran. Hay que ser coherente, si tuviste un Estado ausente durante una década, no hagas ésto ahora". Y agregó: "Hay que crear conciencia ecológica y tener políticas activas, no respuestas espasmódicas".
Mientras tanto, la situación sigue crítica en el Gran Córdoba y ya son 20 las localidades que restringieron o cortaron el agua. |
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