Veinte localidades de Córdoba restringieron el servicio de agua potable a causa de la sequía que azota a todo el país. Desde el inicio de noviembre, sólo en la capital provincial se labraron 380 actas de infracción por lavar autos o baldear veredas.
En el Valle de Punilla la situación es drástica. Los habitantes de Villa Carlos Paz, San Antonio, Mayú Sumaj, Cuesta Blanca, Cosquín, La Cumbre y Capilla del Monte no cuentan con suministro de red desde el martes.
También en Río Ceballos, Salsipuedes, Mendiolaza y Unquillo, en las Sierras Chicas, La Bolsa y Villa Anisacate deben abastecer a la población con camiones cisterna que llevan agua desde pueblos cercanos.
En el resto de las localidades cordobesas el agua fue limitada únicamente al consumo humano y multan a quienes la usen para otros fines.
El secretario de Ambiente de la Municipalidad de Córdoba, Fernando Cámara, dijo que la comuna labró en 11 días de noviembre 380 actas de infracción por derrochar agua en la vía pública, cifra que incluye el lavado de veredas y de autos.
“Es un nivel altísimo de infracciones”, aseguró el funcionario respecto al promedio de 34 multas diarias por derroche de agua, en medio de la crisis hídrica que afecta a la provincia.
Según Cámara, los sábados fueron los días en los que labraron mayor cantidad de actas: “El vecino cree que no hay controles, pero el sábado pasado levantamos 169 multas, con 40 inspectores en la calle”, aseguró.
Las multas varían de 250 a 2.000 pesos por lavado de vereda o auto, mientras que el vaciado de pileta recibe multas de 1.000 a 5.000 pesos. Y si la infracción es cometida en un comercio van de 5.000 a 50.000 pesos.
También se aplican multas por el “uso irresponsable” del agua en las norteñas provincias de Tucumán y Jujuy, donde comenzó una campaña de concienciación de la población para que consuma “lo estrictamente necesario”.
En similar situación están las provincias de Santiago del Estero y Catamarca (norte), de La Rioja (oeste) y San Luis (centro), distrito que ha declarado una “emergencia hídrica”. En Tucumán, donde los ríos y diques están en un nivel por debajo del 50% de la media, los pobladores aguardan que llueva desde hace siete meses y en San Luis no llueve desde febrero pasado.
En la ciudad bonaerense de Bahía Blanca, a 800 kilómetros de Buenos Aires, varios barrios reciben el suministro de agua por medio de camiones cisterna.
Como contrapartida, ganaderos de la provincia de Entre Ríos (este), vecina a Uruguay, han tenido que evacuar decenas de miles de cabezas de vacunos que crían en islas amenazadas por inundaciones, como consecuencia del aumento del caudal del Paraná por fuertes lluvias en el sur de Brasil, donde nace ese río.
LLEGA EL AGUA. El Servicio Meteorológico Nacional informó que a partir de mañana se registrarán lluvias en territorio cordobés que se extenderán durante todo el fin de semana. El mismo organismo pronosticó que las lluvias traerán alivio también en el norte de Santiago del Estero, Salta y Jujuy.
“También se prevén precipitaciones para el norte de la provincia de Buenos Aires desde el viernes y hasta el sábado al mediodía”, afirmó Olver Boolsen, pronosticador de turno del SMN. “El tiempo será más inestable aún en la costa atlántica, donde habrá probabilidad de chaparrones, lluvias y tormentas hasta el domingo”, añadió.
En tanto, en la Ciudad de Buenos Aires se prevé tiempo algo a parcialmente nublado y tormentas aisladas.
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