Organizaciones sociales nucleadas en la Cordinadora Córdoba en Defensa del Agua y de la Vida (CCDAV), junto a agrupaciones políticas de Izquierda, marcharon por las calles céntricas de la ciudad para denunciar que el gasto mayor de agua no es de los ciudadanos a quienes se amenaza con colocación de cepos y medidores, sino del riego de sembradíos de soja.
Hombres, mujeres y niños, habitantes de los barrios periféricos de la ciudad de Córdoba se congregaron ayer, a las 19, en la esquina de Avenida Colón y Cañada, y luego marcharon hasta la Plaza San Martín.
La bandera de lucha que enarbola la movilización: “El agua vale más que la soja”, flameó por las calles céntricas y en la esquina de 27 de Abril y General Paz, se realizó un acto. Referentes sociales y políticos dirigieron la palabra. La bulliciosa movida irrumpe en el paisaje cordobés con cánticos y proclamas populares que llaman la atención de otros cordobeses que padecen la misma problemática pero que aún no ocupan el espacio público.
Oscar Martínez, referente del Movivimiento Teresa Rodríguez (MTR) manifestó que como organización adhieren a esta actividad de denuncia y difusión para “poner blanco sobre negro la situación de la crisis hídrica en Córdoba”. La CCODDAV alerta sobre la manipulación de la información en torno al tema y la estrategia que desde el gobierno y la empresa Aguas Cordobesas se viene desarrollando para culpabilizar al ciudadano y luego concretar el plan de colocación de medidores.
En ese punto, Martínez afirma que un 75 por ciento del agua total existente es utilizada para el riego de las plantaciones de soja transgénica, un 20 por ciento se usa en las industrias, por caso, para el enfriamiento de motores en fábricas autopartistas y en la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) y apenas el cinco restante se usa para consumo humano.
Los vecinos son concientes del bombardeo informativo que pone el acento en el ahorro y que incluso amenaza con la colocación de cepos. “¿Quien controla a Aguas Cordobesas, quien controla a la industria, a los barrios privados?”, interpelan.
“Nos parece injusto, y esta marcha es un aporte a la campaña de desinformación que hacen los medios. ¿Por qué tenemos que impedir que nuestros chicos usen la pelochincho o podamos regar una plantita, si solo el 5 por ciento se usa para consumo humano?, analiza Martínez.
Por su parte, Gustavo Spedale, miembro de la Coordinadora asegura que “la situación en Córdoba es dramática. Varios pueblos como Rayo Cortado, tienen cero agua. Aparte, el gobierno de la provincia, el ERSEP y Aguas Cordobesas han hecho una especie de sinergia y quieren llevar adelante el plan que tenían de origen: poner cien mil medidores en Córdoba, penar el consumo al que pase los 25metros cúbicos y eso es criminal”
El dirigente señala que la movilización en defensa de un derecho humano básico como es el acceso al Agua ya se hace sentir. “El pueblo se esta organizando. En la provincia hay asambleas de vecinos en todos las ciudades y pueblos y seguramente vamos a confluir en una gran ofensiva y vamos a tumbar de una vez por todas a esta empresa trasnacional –Roggio|Aguas Cordobesas- que ya ha sido derrotada y echada en otras provincias”, sostiene.
En igual sentido se expresó Gustavo Gómez, referente de la CTA-Córdoba y de Tiempo Latinoamericano, miembros de la Coordinadora. “Para nosotros el agua es vida. Por eso es impensable que esté privatizada, que se lucre y mucho menos que permanezca en manos de una empresa privada. Solamente la resistencia civil contra esta empresa puede bloquear y hacer que las autoridades modifiquen la legislación actual”, enfatiza.
Desde la CCDAV recuerdan que la siembra de soja en 5 millones de hectáreas de tierra han convertido a Córdoba en un desierto ventoso y árido. “Esto es una verdadera tragedia”, considera Spedale.
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