La típica imagen del turismo cordobés se evaporó estos días. Una parte importante del lago San Roque, en el sector más céntrico, está convertida en un enorme campo en el que bien podrían cambiarse los deportes náuticos por el golf. Ya la motonáutica dejó su lugar al motocross, y anoche se realizó una competencia oficial de la categoría enduro en un circuito armado donde debería haber un espejo de agua. Esa es hoy la postal más representativa de una provincia asolada por la sequía.
Hay cortes rotativos del suministro de agua en varios municipios; amenazas de duras sanciones por derroches en la capital cordobesa, y reparto a domicilio con camiones cisterna en Salsipuedes y Cosquín.
Anteanoche, una fuerte tormenta dio esperanzas a los cordobeses (ver aparte). Pero muchos días de lluvia sostenida se necesitarán para superar este mal momento, a pocos días del comienzo de la temporada de verano. Aquí se reza para ver de nuevo al lago lleno. Por ahora, se puede caminar de una orilla a la otra. Todavía conservan la esperanza de que todo cambie comerciantes y autoridades.
"Después de la lluvia, estamos como si hubiéramos tomado té de tilo, menos ansiosos, porque el clima venía realmente mal", comentó el intendente, Carlos Felpeto, por Cadena 3. "La meteorología nos dice que se va a empezar a llenar el lago San Roque", agregó.
Esta ciudad, situada a unos 40 km de la capital provincial, alberga a 70.000 habitantes, y el turismo es uno de sus ejes fundamentales de vida. Propietarios de hosterías afirman que hasta la semana pasada tenían un ritmo sostenido de llamadas por alojamientos para enero; sin embargo, los teléfonos sonaron menos desde la última semana, cuando la emergencia hidríca empezó a afectar la zona.
Igualmente, esperan la recuperación con lluvias para presentar la mejor cara de Carlos Paz en el verano. "La seca se cortó con la lluvia de anoche [por anteanoche], y a partir de ahora lloverá con más normalidad y se va a recuperar el lago", se esperanzó Christian, a cargo del restaurante Meliquino, uno de los mejor ubicados con balcón comedor sobre el lago. Se ríe cuando relata que hoy tiene vista al barro, pero que, como hombre de Carlos Paz, recuerda otros años en que el lago se mostró como pradera antes de diciembre y, finalmente, expuso su imponente vista cuando llegaron los turistas en enero.
Para el visitante, habituado a reconocer el lago por la magnífica visión que presenta en pleno verano, la mirada a las entrañas del San Roque es más difícil de entender que para el poblador local. En la zona del dique, a unos seis kilómetros del centro, el panorama se muestra tan poco común como en el lago seco. Toda la estructura del embudo -otra postal de la zona- es visible, así como la pared de la primera construcción, por lo general tapada por el agua.
Aunque los vendedores de artesanías también conocieron bajantes más pronunciadas, hoy están más preocupados por la carencia de estacionamientos que lleva al turista a mirar el dique sin detenerse, que por la falta de agua en el lugar.
Carlos Paz hace del agua, justamente, uno de sus atractivos más importantes. Por eso, el lago seco causa un impacto visual mayor, aunque la crisis de la sequía castigue con dureza. El motocross se adueñó de una pista que en otros momentos supo de competencias de motos de agua.
Justo en el lago, en ese símbolo de esta ciudad, en el corazón que bombea fuerza turística a los espectáculos, boliches y oferta gastronómica que hacen de la ciudad la contraparte serrana de Mar del Plata.
Hoy requiere un by pass de lluvias constantes para mantener la vitalidad de toda una ciudad.
Una lluvia discreta que no alcanzó
Lluvias discretas que sirven para aliviar, pero no para superar la grave crisis hídrica que afecta a Córdoba, se produjeron entre anteayer a la noche y ayer en gran parte del territorio provincial. En general, las marcas promediaron entre 20 y 25 milímetros y sirvieron para cortar un prolongado período de sequía. También serán beneficiosas para las zonas agropecuarias que, en el mejor de los casos, permitirá a los productores emprender la postergada siembra.
En las poblaciones serranas que padecen escasez o falta de agua para el consumo, las lluvias fueron tenues y, en algunos casos, acompañadas por granizo, como en Salsipuedes, una de las localidades más críticas.
En la ciudad de Córdoba llovieron apenas 21 milímetros.
En la cuenca del lago San Roque, con Villa Carlos Paz, con un déficit pluvial de 300 milímetros, las precipitaciones fueron escasas. En las Altas Cumbres, donde surge el hoy alicaído río San Antonio, los registros se ubicaron entre 15 y 20 milímetros, muy por debajo de las expectativas.
En el sur provincial, la lluvia caída fue de 21 milímetros en Achiras, 16 en Alpa Corral, 6 en Holmberg y 9 en Río Cuarto. En la zona centro-este llovieron 26 milímetros en Río Primero, 28 en Villa Santa Rosa, 27 en La Para, 38 en Arroyito y 30 en El Tío. Hacia el Sudeste, el agua caída fue de entre 15 y 20 milímetros.
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