El consumo de agua potable en General Pico se aproximó en los últimos días a los niveles registrados en el verano pasado, y con ello volvieron a quedar expuestos, aunque por ahora en “estado latente”, no sólo los riesgos de que el vital elemento llegue a escasear sino también de que su calidad registre una progresiva desmejora por exceso de explotación de las fuentes. Este “adelanto” del preocupante escenario que se viene observando en los últimos años para la época estival, y sobre el que la cooperativa Corpico -concesionaria de la provisión y mantenimiento del servicio- ha advertido profusamente en campañas de concientización y previsión, fue confirmado precisamente por el gerente del área de Agua Potable y Saneamiento Urbano de la entidad, Juan Carlos Mecca.
El técnico dijo ayer a este diario que “ya estamos notando una considerable elevación del consumo, y podemos comprobar que en estos primeros días de calor se está utilizando el agua potable para regar y, en algunos casos, incluso para hacerlo en la calle, lo que en el marco de la gravedad potencial de esta problemática que es en verdad una situación de emergencia y sobre la que se viene alertando tanto, es poco menos que inentendible.
La verdad es que estos primeros días de calor hemos llegado a un consumo cercano al del verano pasado, lo que nos preocupa mucho con miras a la época que se aproxima”, señaló Mecca. El gerente de APySU graficó más aún la situación: “La gente debería darse cuenta de que esta época de enorme sequía no ha dejado excluida a General Pico y que obtener y mantener el caudal de agua cuesta realmente mucho.
Con estos niveles de consumo, hay momentos del día en que nuestras perforaciones se paran porque no tienen suficiente masa de agua para extraer, y si esto sigue así en el verano no sabemos si vamos a poder garantizar el servicio como es necesario.
La cooperativa está haciendo todo lo posible, el sistema lo mantenemos en óptimas condiciones, pero si no contamos con la comprensión y colaboración de la gente es muy difícil”, abundó. Por si hicieran falta mayores precisiones, Mecca informó que “los consumos ya están arriba de los 14 millones (de litros) diarios y en pleno verano suelen superar los 15 millones, y hubo un día de la semana pasada que llegamos a ese nivel.
Los picos de consumos deberían ser, teóricamente, al mediodía y a la noche, pero en este caso no es así, se dan entre las 19 y las 20, de manera que es evidente que lo que incide es el riego”, indicó. Asimismo, agregó que el consumo promedio por persona está estimado en alrededor de 250 litros diarios, si bien admitió que en esos guarismos están incluidas eventuales pérdidas del sistema consideradas “normales”, y originadas en factores tales como conexiones clandestinas o medidores que han superado su vida útil y no funcionan correctamente (la cooperativa los reemplaza a razón de cien por mes).
El responsable técnico del servicio en la ciudad señaló que una tarifa progresiva es una medida que en gran parte del mundo tiende a ser implementada, no precisamente como un “castigo” a los que más agua consumen sino como “protección” a los que más la cuidan.
“La idea de que los que más consumen sean los que más paguen no es solamente por eso, sino que cuando la tarifa es tan baja es una manera de mantener el sistema”, precisó. Mecca admitió que la cooperativa recorre distintos sectores de la ciudad y cuando se observan irregularidades o utilización abusiva “se le hace notar a la gente”, aunque recordó que “no está muy claro quién tiene el poder de policía para inspeccionar y eventualmente aplicar sanciones.
A veces pareciera que si no hay sanciones no hay manera de que la gente entienda la gravedad de algunas actitudes. Uno puede decirles mil cosas y todos escuchan y entienden lo que se les dice, pero es como en los casos de algunos semáforos: si no hay nadie mirando, pasan en rojo. Acá pasa lo mismo: si no hay nadie inspeccionando o vigilando, no tienen problema en regar hasta la calle, como ya está pasando en ciertos casos en estos primeros días de calor”, lamentó.
El técnico “saludó” la importante lluvia de las últimas horas porque “al menos no van a regar como días atrás, pero lo más importante es que con esta lluvia pueda subir un poco el nivel de las napas, porque al estar tan bajas las bombas dejan de succionar y se paran.
Si con esta lluvia comienza a recargarse otra vez el acuífero podremos tener de nuevo una buena capacidad de entrega”, explicó. Con la esperanza de que el pico de consumo registrado la semana pasada. en niveles similares a los de pleno verano, no se repita, Mecca reiteró que “si eso se diera todos los días no vamos a poder garantizar el servicio, lamentablemente. Ojalá toda la gente lo entiende definitivamente”, concluyó. |
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