El pasado 12 de noviembre, durante una conferencia sobre “Gestión Integrada de los Recursos Hídricos” que se llevó a cabo en el marco del XXII Congreso Nacional del Agua realizado en la ciudad de Trelew, ante un auditorio de 500 expertos del país y de países vecinos, el Dr. Mario Valls destacó la falta de una Ley de Aguas en Tierra del Fuego, exhortando a los gestores del agua en las provincias a seguir insistiendo en lograr que se promulguen las leyes necesarias para una mejor gestión de los recursos hídricos.
El reconocido experto en legislación hídrica del país, relató durante dicha conferencia, la historia de las distintas leyes de agua de las provincias argentinas, explicando a través de diversas anécdotas, lo que costó, como en el caso de la Provincia de Buenos Aires, lograr que dichas leyes fueran promulgadas.
“O las leyes que hacemos son muy malas o los legisladores que no las sancionan son muy pícaros…”, resaltó el Dr. Valls, explicando que en la mayoría de los casos, las leyes no se sancionan (o se dilata su sanción) por el temor de ciertos sectores a que sus intereses se vean afectados, siendo que dichas leyes no se escriben para perjuicio de ningún sector, sino a favor de una mejor gestión del agua.
Luego de relatar la forma en que los diferentes expertos del país formaron escuelas de legislación hídrica y acordaron “copiarse” las buenas ideas, para elaborar las mejores leyes de agua adaptadas a las distintas realidades provinciales, e incluso del Uruguay, el Dr. Valls expresó “Y ahora nos falta Tierra del Fuego..”. A continuación realizó una reseña de la historia del proyecto de ley de aguas de dicha provincia, explicando que el anteproyecto original fue de su autoría y que la Provincia incluso lo revisó y actualizó a través de otros expertos y opiniones en un proceso que inexplicablemente lleva más de 15 años. El Dr. Valls instó a los gestores del agua del país a seguir trabajando para contar con todas las herramientas normativas necesarias para lograr una gestión integrada del agua en la República Argentina.
Fragmentos de la conferencia del Dr. Mario Valls
“El estudio de un equipo de expertos de la ONU y el CFI iniciado en 1962 cuya elaboración duró varios años recomendó codificar la legislación de cada Provincia y coordinarla con la de los otros recursos naturales.
Observando que el código de Salta de 1946, concretamente, se estaba convirtiendo en un modelo replicado por las provincias citadas, quienes participamos en ese estudio, que fuimos muchos, tuvimos la idea de proyectar un modelo de código de agua. Lo logró Joaquín López, quien en 1973 diseñó un código modelo de agua para la Provincia de Córdoba en consulta con cuanto especialista argentino pudo consultar. Sobre esa base de código modelo, por supuesto que adaptado a quienes debían usarlo trabajamos en los sucesivos códigos que se fueron dando las Provincias argentinas. También algunas de sus instituciones suelen aparecer en leyes y códigos de América que tuvieron la cooperación de especialistas argentinos.
El método fue exitoso. La tendencia a normar los distintos usos y problemas del agua mediante un código integral se fue abriendo paso con dificultades: Las Provincias argentinas fueron sancionado códigos integrales de aguas a pesar de la reticencia de algunos sectores. Hay particulares y sectores de la administración del Estado que temen al código de aguas, precisamente porque temen que la gestión integrada del agua que un código implica los prive de prerrogativas que han asumido, a veces amparados en normas jurídicas otras no. Hay quienes, para evitar violar la ley prefieren que no haya ley. Otros temen que el poder público y los que tienen derechos sobre esa cosa fluida que es el agua se inmiscuyan en el inmueble que baña. Lo cierto es que hubo resistencias y las hay precisamente a que el agua se maneje por un código. No es que se discuta entre distintos modelos de código. La discusión es por SI o por NO. La Provincia de Buenos Aires tardó 60 años en dar el sí y tuvieron que llamarle la atención una serie de inundaciones cuyo impacto destructivo fue la mala gestión de la autoridad a juicio de la Corte Suprema y otros jueces. Tierra del Fuego lo está pensando desde hace 17 años. La falta de un código sólido en la Provincia debilita la situación jurídica de los usuarios actuales frente a cualquier nuevo solicitante, incluso de los usuarios de los muchos cuerpos de agua compartidos con Chile que ya ostentan concesiones firmes constituidas al amparo del código de aguas de Chile.
Por eso es que en el año 1992 con la creación de la nueva Provincia, con la cooperación del CFI se elaboró un proyecto de Ley de Aguas que posteriormente fue reformulado y actualizado con aportes acordes a las últimas tendencias legislativas doctrinarias y jurisprudenciales provinciales, nacionales e internacionales, enviado hace varios años a la Legislatura que lo sigue mejorando y trata dentro de dos semanas.
Para aliviar esa falencias, durante el año 2004 las Resoluciones M P 282/04 y 203/04 del entonces Ministerio de la Producción, del que dependía la Dirección de Recursos Hídricos aprobaron las Normas de Procedimiento para autorización y registro de usos especiales del agua pública y para el registro de obras hidráulicas respectivamente, normas que ayudan sensiblemente a remontar el obstáculo que la falta de normas globales relativas al agua para formular consideraciones respecto de las condiciones y de las obligaciones mínimas, discriminadas por tipo de uso, a cumplir por los usuarios. Pero son simples resoluciones ministeriales que carecen del vigor de un código provincial.”
Fuente - Prensa - Dirección de Recursos Hídricos de la provincia de Tierra del Fuego |
|
|