Tras la fuerte sequía, la llegada de las primeras lluvias en el norte salteño trajeron el alivio esperado, pero no del todo.
En Orán se registraron 95 evacuados. El tránsito sobre la ruta 50, en el río Colorado, estuvo interrumpido todo el día.
En varios puntos de la geografía provincial -en especial en las ciudades cabeceras- el agua que cayó ya provocó cortes de rutas, tránsito interumpido por varias horas e incluso temor en la población.
Así, en Tartagal por ejémplo, los vecinos que residen en la zona más crítica, cercana al río, no pegaron los ojos durante toda la noche. Es que temen nuevos hechos desgraciados como el aluvión que asoló parte de la ciudad en febrero de este año.
El pronóstico del tiempo indica que en los próximos días las lluvias se harán más frecuentes, en especial durante las horas de la noche.
De un hilo de agua que corría hasta el domingo anterior, el río Tartagal aumentó notoriamente su caudal ayer, pero lo que más preocupa a los vecinos son los socavones que se producen por detrás de las defensas construidas recientemente.
La obra que se está ejecutando es de por sí imponente, pero ni el gran movimiento de hombres, maquinarias y materiales deja tranquilos a quienes han padecido un evento de ambiental de este tipo, que se cobró la vida de dos personas y causó daños a mansalva.

Socavones en la vereda
María Vega vive a menos de 50 metros de donde se construye el nuevo puente, sobre avenida Packam, y su casa está a menos de 15 metros del cauce. Frente a su casa, en lo que debería ser la vereda, ya hay un hueco que llega hasta el mismo río.
“Estoy preocupada, porque en este lugar, en febrero se produjo un socavón inmenso. Lo rellenaron y arriba le arrojaron arena. Pero el agua que bajaba anoche desde la avenida Packam comenzó a socavar y quedó este agujero inmenso. Me da miedo acercarme porque parece que todo va a ceder en cualquier momento”, afirmó la mujer, que reside allí desde hace 45 años y tiene fresco en su memoria el 9 de febrero pasado.
A dos casas de donde vivían las dos mujeres que murieron trágicamente el 9 de febrero arrastradas por el aluvión, residen Agusto García y Mary Torrico, junto a varios hijos jóvenes.
“Anoche el agua bajaba de la avenida con mucha fuerza y tuvimos miedo. Tengo grabado en mi memoria todo lo que pasó esa mañana del alud y sólo nos queda pedirle a Dios que nos proteja, porque vemos que trabajan y trabajan pero los socavones se siguen formando”, dijo el hombre.

Sin informes
El temor de los vecinos no es infundado. Si bien se han construidos defensas, el agua que baja del Oeste y la que llega de las avenidas Packam y 20 de Febrero, socava esas defensas. La imagen es más que elocuente, en especial en la cabecera norte del nuevo puente, donde una defensa de más de 5 metros de altura parece quedar al aire y sin sustento porque el terreno sobre el cuál se asentaba cedió en cuestión de horas.
Desde la empresa INMAC, encargada de los trabajos, se excusaron de brindar cualquier tipo de información.

Otra vez las esperas
Otro fue el caso en el riacho Seco, unos 20 kilómetros al sur de Urundel, casi en el límite con la provincia de Jujuy, donde se construye un puente nuevo para reemplazar al existente, que está en una curva vertical y tiene sólo 6 metros de ancho de trocha.
Allí, como Vialidad Nacional había construido un desvío sobre el cauce, la creciente registrada por el arroyo provocó que algunos vehículos pesados quedaran varados el domingo.
Ayer, las autoridades de Vialidad de la Nación anunciaron que habían restablecido el paso por el puente viejo, lo que se verificó recién a media mañana, por lo que lentamente cientos de vehículos comenzaron a desagotar la ruta, cruzando en un solo sentido por vez. El jefe del 5º Distrito de Vialidad, con asiento en Salta, Elías Cerezo, explicó que “el puente viejo está en buenas condiciones, aunque por su ubicación y antigüedad había que reemplazarlo. Por eso se comenzó a construir esta nueva estructura, que tiene un avance de obra del 50%. Hasta que esté lista se habilitó un paso provisorio por un badén realizado por el lecho”.
“Lamentablemente, la creciente nos tomó desprevenidos el fin de semana y hubo que habilitar de nuevo el paso, de una sola mano, por el puente viejo,” agregó el ingeniero.

Alivio para productores tabacaleros
Los casi 20 milímetros de lluvia registrados entre la noche del domingo y las primeras horas de ayer trajeron un esperado alivio a los productores tabacaleros de todo el Valle de Lerma, que estaban sufriendo los efectos de una sequía que puso en peligro el desarrollo de los plantines.
Cabe recordar que el tabaco es un cultivo de verano que se transplanta entre septiembre y octubre y cuya cosecha se cumple desde fines de noviembre hasta abril del año siguiente.
En el Valle de Lerma se concentra la mayor cantidad de hectáreas sembradas con este cultivo en toda la provincia, que llegan a más de 14.000. Esta producción significa ingresos para Salta de alrededor de 300 millones de pesos anuales. Por sus características, además, es la de mayor demanda de mano de obra. Por estas razones los productores respiraron aliviados desde el domingo, cuando una pertinaz llovizna, de a ratos con chaparrones cortos, pero sin el temido granizo, produjo el reverdecer de millones de plantines que estaban acusando una falta importante de riego y corrían peligro de malograrse por esto y las altísimas temperaturas registradas desde fines de octubre.

Sin clases en Yrigoyen
El tránsito por la ruta nacional 50 entre Hipólito Yrigoyen y Orán se tuvo que transitar con precaución por el rebasamiento de los canales de riego del Ingenio San Martín. Aquí, los conductores se quejaron por la ausencia de personal de seguridad para organizar el tránsito. En el pueblo de Yrigoyen se notó también la ausencia de chicos en las escuelas, que llegó al 90%, por problemas de calles anegadas y falta de transportes.
En Pichanal, la Misión San Francisco, caserío ubicado sobre la ruta nacional 34, casi en la intersección con la ruta nacional 50 y habitado en su mayoría por aborígenes guaraníes, fue la más afectada por el agua, registrándose algunos sectores de calles cubiertas totalmente por lodo.
En la ciudad de Embarcación, mientras tanto, se registraron 80 milímetros de precipitación, sin que haya problemas serios de cortes en la ruta 34 por anegamiento en el paraje La Quena, como solía ocurrir.