Con precipitaciones que alcanzaron los 140 milímetros en algunas localidades, se dieron este fin de semana las lluvias que tanto esperaba el interior provincial para paliar la sequía histórica que asoló este año al territorio chaqueño. De hecho, la magnitud del agua caída sirvió no sólo para aliviar la situación del interior de la provincia, sino también para confirmar el correcto funcionamiento de las defensas del Área Metropolitana del Gran Resistencia. A partir de los datos obtenidos, autoridades de la Administración Provincial del Agua (APA) manifestaron que afortunadamente se dieron precipitaciones en el Área Metropolitana, después de un período muy largo marcado por la sequía.
Estas precipitaciones fueron recibidas por todo el sistema de desagüe sin mayores problemas, ya sean las estaciones de bombeo, las lagunas, las transferencias hacia el río Negro, hacia el canal de la Soberanía. De cualquier manera, en Resistencia y alrededores no fueron montos muy elevados ni tampoco precipitaciones muy intensas.
“En esos casos toda el Área Metropolitana tiene problemas para transferir esos excesos de lluvia desde el centro o desde cualquier barrio hacia las zonas de descarga, como pueden ser las lagunas del río Negro o el canal de la Soberanía”, explicaron técnicos del organismo.
En este sentido, abrieron la interrogante del porqué de los problemas en el Área Metropolitana, como Barranqueras, Puerto Vilelas, Resistencia, Fontana y Tirol. Detallaron que se trata de la consecuencia de que en los últimos quince años el crecimiento de la capital del Chaco fue muy grande, se construyeron muchos barrios, edificios en altura, casas y demás, y estas construcciones no fueron acompañadas por un sistema estructural de desagües pluviales en el mismo orden.
“Por estos motivos, la ciudad está más impermeabilizada que hace quince años y ante las mismas lluvias, en igual cantidad de tiempo, el agua que recibe el sistema de desagüe es mucho mayor que en aquel entonces, salvo el conducto de la avenida Chaco, el de Los Hacheros que se está construyendo ahora; el de la López Piacentini hacia el canal de la Soberanía o los conductos que se están ejecutando en Barranqueras hacia el canal de Clayton, el resto del Área Metropolitana no tuvo el desarrollo de obras de desagües pluviales”, evaluaron desde el organismo provincial. Por lo tanto -explicaron los técnicos- el riesgo potencial de anegamiento temporario ante lluvias muy intensas es alto. Mientras no se desarrolle la construcción de desagües, existirán problemas, independientemente del nivel que tengan las lagunas y el río Negro.
ESTACIONES DE BOMBEO
Desde la APA también hicieron referencia al funcionamiento de las estaciones de bombeo: “Independientemente de los problemas que tenga cualquier obra de infraestructura (en este caso las estaciones de bombeo que siempre hay que estar haciéndoles mantenimiento, comprando bombas nuevas, cambiando algún repuesto y demás), la situación el sistema de bombeo del Área Metropolitana -comparada con la inundación de 1998- es claramente superior”.
Detallaron que por un lado, está la estación de bombeo del río Negro en el dique regulador de Barranqueras, que hace diez años tenía una capacidad de evacuación de 22 metros cúbicos por segundo y hoy descarga 70 metros cúbicos por segundo. “En Barranqueras no estaba la estación Clayton y hoy existe esta estación que saca el agua del corazón de esa ciudad con seis metros cúbicos por segundo”, agregaron.
Por otra parte, el funcionamiento del sistema del Canal de la Soberanía que en ese año fue bastante crítico, y produjo inundaciones en la zona de Vilelas por la escasa capacidad de bombeo de la estación ubicada en la avenida Soberanía Nacional, hoy se está terminando la construcción de las obras de control con una mayor capacidad de almacenamiento. También se ha mejorado la capacidad de bombeo del canal de la avenida Soberanía.
“Lo que falta aún para impedir con seguridad anegamientos o inundaciones es la construcción de conductos en el centro y en los barrios; objetivo que la SUOPE está terminando con las estaciones Ávalos y Los Lirios. Ahora esto hay que cristalizarlo y queda la esperanza de poder construirlo”, remarcaron.
CAMBIO DE PANORAMA EN EL INTERIOR
Las lluvias que se dieron en la primera quincena de noviembre en todo el territorio provincial cambiaron considerablemente el panorama de la sequía que, hasta la fecha, venía siendo “muy crítica” en toda la provincia al punto que había varias localidades sin agua.
Desde la APA celebraron que haya llovido bien y, aunque fue en forma despareja, los valores acumulados permiten afirmar que las lluvias fueron en promedio mayores a los 100 milímetros. Hubo, además, algunos picos en Pampa del Indio, en Tres Isletas, en Pampa del Infierno o en el sector sur de Charadai, Cote Lai, Margarita Belén; en toda esa zona las lluvias incluso han superado los 200 mm.
Estas precipitaciones permitieron un vuelco bastante evidente en la sequía agrícola, ya que da la posibilidad de volver a sembrar, y hay pasturas. “Lo que todavía no se puede asegurar es que haya terminado la sequía ganadera, porque para eso hace falta que los reservorios naturales como los esteros, las lagunas, se comiencen a llenar y estén dadas las condiciones de humedad para que en las próximas lluvias se dé la oportunidad de que esos reservorios se comiencen a llenar”, manifestaron.
Fuente: Gobierno del Pueblo de la Provincia del Chaco. |
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