El gobernador de Santa Fe, Hermes Binner y su par cordobés, Juan Carlos Schiaretti, anunciaron desde Malasia, donde se encuentran encabezando una misión comercial, la voluntad de concretar un acueducto que derive parte del caudaloso volumen del río Paraná hacia el norte santafesino y la provincia de Córdoba, que padecen la seguía y falta de agua potable para el consumo humano. De esta manera se cumpliría con un largo anhelo que podría cambiar radicalmente una situación de postergación crónica. No es casual que la construcción de acueductos haya figurado en los considerandos de la constitución de la Región Centro, en 1998.
En los especialistas aún se encuentra vívido el coraje de dos mandatarios desarrollistas que como homenaje al sesquicentenario de Mayo y apelando al artículo 107 de la Constitución nacional (que permite a las provincias hacer tratados para encarar obras de interés común con la sola obligación de dar cuenta al Congreso de la Nación), pusieron las bases de la construcción del túnel subfluvial Santa Fe-Paraná, venciendo la resistencia del centralismo porteño y redimiendo a la Mesopotamia del aislamiento secular.
Se cumplen en pocos días 50 años de que los gobernadores Carlos Sylvestre Begnis y Raúl Uranga, en Paraná, se comprometieran a iniciar antes de la culminación de sus mandatos la obra de infraestructura más importante de Sudamérica.
Meses antes, el gobernador Sylvestre Begnis propuso y logró la constitución del Consejo Federal de Inversiones, como resultado de un Pacto Federal suscrito por las provincias argentinas y que tanto haría por el desarrollo del país.
En sus discursos, escritos al calor de conmemoraciones como el ya mencionado sesquicentenario de Mayo y de la creación de la bandera argentina, el mandatario apeló incesantemente a que la ciudadanía se sumara "al desafío histórico de la unidad nacional", lo que por otra parte implicaba asumir un rol protagónico en la lucha por el federalismo, al que tanto había aportado la provincia de Santa Fe.
Si por algo Sylvestre Begnis es recordado con tanto respeto por muchos santafesinos, "especialmente desde Barrancas hacia el norte", es porque sus palabras fueron refrendadas con la contundencia de los hechos.
"El atraso de los departamentos 9 de Julio y Vera se debe en buena parte a la falta de caminos y de regulación del volumen de agua de superficie", manifestó el mandatario en su mensaje a la Legislatura en abril de 1961.
Oportunamente había encomendado al Ministerio de Hacienda de la provincia un estudio sobre "Las posibilidades económicas de Santa Fe en la complementación regional", que puso en valor el lugar central del río Paraná como eje hidrográfico del Litoral, otorgándole un papel estratégico para la consumación de grandes obras de infraestructura para el desarrollo sostenido.
Solamente el frente costero de la provincia de Santa Fe comprendía 782 kilómetros, entre el paralelo 28 y el Arroyo del Medio. El río no podía ser por lo tanto entendido como un límite sino como puente hacia la integración efectiva del Litoral. Fue así que fomentó en sus colaboradores una visión transversal de la geografía provincial opuesta a la radial convergente hacia Buenos Aires.
El Estado nacional y el provincial poco habían avanzado en el establecimiento de áreas específicamente abocadas a los estudios hidrológicos y su aplicación práctica, sin destinarle los recursos necesarios como para implementar políticas nacionales. En 1947, la recién fundada Empresa Nacional de Agua y Energía revirtió décadas de falta de inversión pero no alcanzó.
Sylvestre Begnis se encontró con el drama de "las inundaciones" en el norte santafesino, con pérdidas totales de la producción en dichos departamentos, y la falta de provisión de agua potable en un sector mayoritario del territorio provincial. En vez de esperar la concreción de las promesas de Agua y Energía propuso la provincialización de la misma y de los demás servicios públicos nacionales en el territorio santafesino pero sin éxito. Aún así, en el ámbito provincial, la Legislatura creó la Dirección Provincial de la Energía, la Dirección Provincial de Vialidad, y la ley provincial de obras públicas.
A la Dirección de Hidráulica le encomendó la construcción de canales para proveer agua a las localidades del norte. De los terminados durante su mandato, los más importantes fueron los que proveyeron de agua a Tostado y a Kilómetro 366.
La convención constituyente de 1962, otra de las quijotadas contra el reloj del golpe de estado que se concretaría en el mes de abril, no dejó al margen esta problemática y otorgó rango constitucional a la protección del suelo de la degradación y erosión, conservando y restaurando la capacidad productiva de la tierra.
En 1969 fue inaugurado definitivamente el túnel subfluvial. En 1973 Carlos Sylvestre Begnis volvió a la gobernación pero esta vez ya no por la Unión Cívica Radical Intransigente sino por el Frente Justicialista de Liberación Nacional. La coyuntura política seguía sin favorecer la ejecución de políticas a largo plazo. Aún así el gobernador santafesino no cesó en su empeño de avanzar en establecer vías transversales, lo que por otro lado obligaba a generar acciones interprovinciales. El primer puntapié de los encuentros se dio en noviembre de 1973, en ocasión del IV Centenario de la ciudad de Santa Fe, firmando con los gobernadores de Córdoba, Ricardo Obregón Cano, y de Entre Ríos, Enrique Cresto, un acta intención para promover y constituir un bloque regional (que luego derivaría en la Región Centro). Una de las mayores satisfacciones del gobernador, tal como lo recuerdan sus allegados, fue reunir a principios de 1975, en Villa Minetti, en el departamento 9 de Julio, a los gobernadores del Chaco, Felipe Deolindo Bittel, y de Santiago del Estero, Carlos Arturo Juárez. De allí surgió un documento donde se puso de manifiesto el interés de transformar e integrar funcionalmente las respectivas infraestructuras provinciales y de hacerlas complementarias de las ya existentes en la región. Con el apoyo del Consejo Federal de Inversiones y el Instituto Nacional de Ciencias y Tecnología Hidráulica (INCYTH), se encomendó el primer análisis integral de la problemática de los Bajos Submeridionales, una región que comprendía una superficie aproximada de varios miles de kilómetros cuadrados y 10 millones de hectáreas.
El mal manejo del agua y el suelo seguían condenando a la zona al atraso. El informe final fue aprobado por los gobiernos provinciales en noviembre de 1975. Corresponde por lo tanto también a Sylvestre Begnis el mérito de haber impulsado los primeros estudios tendientes a utilizar racionalmente los recursos hídricos de esa región, decisión directamente relacionada con el futuro de la producción agropecuaria y el desarrollo de los departamentos Vera y 9 de Julio.
La decisión del gobernador Binner de hacer realidad el mencionado acueducto junto al cordobés Schiaretti, es un deber de justicia y solidaridad que no admite dilaciones. La apuesta más fuerte al federalismo argentino. Sería además toda una demostración de compromiso que el mismo lleve el nombre de "Bicentenario de Mayo", en adhesión a los valores de quienes ofrendaron su existencia en aras de un país soberano, libre e independiente.
(*) Director del Centro de Estudios Históricos del Desarrollo Regional e investigador del Conicet
|
|
|