Hasta hace unos días el campo se lamentaba por la intensa y prolongada sequía; empero ahora se ven las innumerables consecuencias que dejó la violenta tormenta de lluvia, viento y granizo que se abatió en gran parte del territorio correntino durante los últimos días.
Desde el Ministerio de la Producción, Oscar Duque de Arce, jefe del Departamento de Pronóstico y Emergencia Agropecuaria, comentó a El Litoral que los milímetros caídos son sólo un paliativo ya que desde el año 2006 se registra en la provincia un déficit hídrico que se fue acumulando hasta ahora que empezaron las precipitaciones. En ese sentido, remarcó que las lluvias continuarán lo que resta del año y se extenderán hasta el otoño de 2010.
Sin embargo, explicó que esta caída de agua no soluciona los problemas que acarreó la sequía. “Llueve agua, no pasto”, graficó el técnico del Ministerio de la Producción correntino y detalló que además de agua hacen falta otros factores como el calor, la humedad, y ahora que las horas luz se hacen más largas es necesario que todo esto haya de manera equilibrada para que se desarrolle normalmente el fotoperíodo.
“Con la creciente y las lluvias, la hacienda que estaba en las zonas de islas fue trasladada y ahora los campos están sobrepoblados por eso el productor debe utilizar tecnología para poder resistir a estas consecuencias climáticas”, expresó Duque de Arce a este matutino.
La tecnología a la que se refiere el técnico es aprender a manejar silos, cosechar el pasto y guardarlo de manera adecuada “para que cuando haga falta, en ocasiones como ésta, los animales tengan alimentos”, resaltó. “Nos espera un Niño intenso, lloverá mucho hasta el otoño, por eso el productor debe aprovechar lo que le brinda la naturaleza en el momento. Con el cambio climático la previsibilidad se rompe así que no se puede pronosticar nada”, explicó el ingeniero.
En ese marco, contó que el Gobierno provincial cuenta con 1500 hectáreas de pasturas que podrán ser cosechadas para que sea destinado a la hacienda que lo necesite. “Debemos ser inteligentes y previsibles porque desde hace más de 10 años que los pronósticos se equivocan y esto seguirá así” por los efectos de la Corriente del Niño.
En ese contexto, Duque de Arce contó que en los últimos días en Goya llovió alrededor de 245 milímetros; en Mercedes 280; en General Paz 240 milímetros; “en general en todas las localidades llovió de la misma manera pero se dieron con mucha violencia con tormenta y caída de granizo. En Bella Vista, por ejemplo, el 70 por ciento de los tendaleros plásticos está por el suelo”, detalló.
El promedio histórico de lluvias en la provincia es entre 1.300 y 1.400 milímetros de agua por año. En lo que va de 2009 sólo cayeron 900 milímetros. Vale recordar que durante el Niño de 1.998 se produjo un récord de 2.200 milímetros de lluvia “pero eso no volverá a repetirse en esta oportunidad”, estimó el ingeniero Duque.
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