El apagón del martes 10 de este mes, que sumergió en la oscuridad a 70 millones de personas de 18 estados del Brasil, e inexplicablemente también afectó al Paraguay, prueba categóricamente que Itaipú es y seguirá siendo durante muchos años la piedra angular del sistema eléctrico brasileño. De paso, derriba con estrépito fanfarronadas como “... Itaipú está dejando de ser importante para el Brasil”, que fueron esgrimidas en los momentos críticos de la negociación de los reclamos paraguayos por uno de los directores general del ente, Jorge Samek.
Mientras el Gobierno brasileño considera “un caso cerrado” el megaapagón que afectó a 70 millones de personas de 18 de los 27 estados de ese país, en Paraguay continúan las discusiones entre los técnicos sobre las verdaderas causas que provocaron el accidente.
Debe apuntarse empero que el singular “fuera de servicio” que se desencadenó en el sistema brasileño, y sin explicaciones lógicas de los responsables hasta ahora afectó a nuestro país, dejó en claro que la central hidroeléctrica binacional, construida sobre el río Paraná entre el departamento de Alto Paraná y el Estado de Paraná (Brasil), tiene una vital importancia para la economía del vecino país.
O’Estado de São Paulo, en su edición de ayer, confirmaba la relevancia de la central paraguayo /brasileña, especialmente para esa urbe industrial, al señalar que depende en 100% de Itaipú.“Tenemos hoy cinco líneas de transmisión para abastecer a la región Sudeste, pero todas están conectadas a la misma red y fuente. S. Paulo es 100% dependiente de Itaipú”, dice. Voceros de la compañía distribuidora Eletropaulo, mencionados igualmente por O’Estado, destacan que la gran ciudad tiene otras fuentes, pero que “cuando Itaipú para, se desequilibra todo el sistema. En resumen, para todo. Inclusive el bombeamiento del agua que viene de lejos”. “La realidad es más rica que la imaginación”, dice un viejo adagio. En el primer semestre de este año, meses en que los negociadores paraguayos aún sostenían los seis puntos del pliego de reclamos que entregó el presidente Fernando Lugo a su colega brasileño Lula da Silva en agosto de 2008, el director general brasileño de Itaipú, Jorge Samek, refiriéndose a las centrales del río Madeira en su país, sostenía que las mismas reducían “la dependencia de Brasil de una sola fuente...”. Samek añadía que Itaipú “está dejando de ser importante para Brasil”, hasta que estalló el martes 10 para 70 millones de brasileños.
Los seis puntos, entre ellos el precio justo y la plena disponibilidad de la energía, fueron reemplazados el 25 de julio pasado por la triplicación de la actual compensación que recibe nuestro país por ceder su energía a Eletrobrás, la posibilidad de la venta de una parte del excedente paraguayo al mercado brasileño, y la financiación de una línea de 500 kV hasta Villa Hayes, ca cargo de Itaipú, entre otros.
São Paulo depende en un 100% de Itaipú
La ciudad de São Paulo –ubicada en uno de los estados más ricos– más otras 24 ciudades brasileñas dependen del 100 por ciento de la energía proveída por la hidroeléctrica Itaipú, señala una publicación del diario Estado de São Paulo en su edición de ayer.
Con el apagón de la semana pasada (martes 10) fueron afectadas unas 70 millones de personas, que sufrieron también los cortes de otros servicios como del agua, teléfono, medios de transportes (trenes), entre otros. “El riesgo de un efecto dominó en una infraestructura eléctrica –según la nota periodística– aumenta a la medida del crecimiento de la población y extensión geográfica de la expansión urbana y la consecuente demanda de recursos naturales”.
Agrega la nota que “las grandes áreas metropolitanas como São Paulo requieren un alto nivel de integración para optimizar la producción de energía y de extracción de agua para distribuir los recursos a todos“, según el urbanista Kazuo Nakano, Instituto Polis.
Eletropaulo admitió que cuando Itaipú presenta problemas, se desequilibra todo el sistema. “En resumen, para todo”. Esta situación lleva a los especialistas a hablar de la búsqueda de otras alternativas de energía con el fin de evitar las graves consecuencias de los efectos colaterales como las ocasionadas por la paralización de las 18 turbinas de Itaipú a causa de las averías en las tres líneas de transmisión del Estado de São Paulo, que según el gobierno se debió a descargas eléctricas.
El embalse con una mayor autonomía es el Sonia Vila, que suministra al Morumbi, una de las zonas más ricas de la capital del estado, y tiene una capacidad para mantener el suministro energético durante 24 horas, según la información del rotativo paulista.
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