Desde hce 15 días, el aumento en las erogaciones sobre el río Limay provoca complicaciones en la zona ribereña de esta ciudad. Varias vecinos del barrio Confluencia ya no pueden transitar por la calle Tronador al fondo. Es que el agua -como si fuera una prolongación del río- se acumuló en un tramo de 150 metros. La situación se generó ante la necesidad de descomprimir las represas que acumularon el agua del Limay para satisfacer la demanda eléctrica.
Para transitar ese sector, deben mojarse o bien tomar la calle Linares y atravesar un basural para tener comunicación con sus viviendas. El viaje les demanda no menos de una hora.
«En cualquier momento desaparecemos, porque el agua también está avanzando sobre la calle Linares, sin que nadie haga algo por nosotros», sostuvo Juan Carlos Bucarey, un vecino de la zona. «La problemática nos tiene muy preocupados», agregó el director municipal de Defensa Civil, Francisco Baggio.
El titular de la Autoridad Interjuridisccional de Cuencas (AIC), Elías Sapag, precisó que las erogaciones sobre el Limay alcanzan los 1.200 metros cúbicos por segundo. Estas, según dijo, se mantendrán por los próximos cinco días. «No superan los caudales máximos normales. Por eso no podemos hablar de una crecida», añadió.
El funcionario municipal reconoció esta situación, pero expresó: «Tenemos la firme sospecha de que durante la noche el caudal supera esta medida y llega a los 1.350 metros cúbicos por segundo».
Problemas
Las complicaciones están a la vista sobre la calle Tronador al fondo, en una zona baja de chacras. Los más comprometidos son cuatro familias que viven de la crianza de cerdos y granjas y residen allí desde hace muchos años. «El agua ha humedecido sus viviendas», comentó Baggio. El río no envadió la calle, lo que subió es la napa. «Y los chicos que van a la escuela se tienen que mojarse las zapatillas», observó Bucarey.
A un costado de la calle se forma una laguna donde el agua permanece estancada. «Los clubes de la zona vierten allí los líquidos cloacales. La situación en que vivimos es muy preocupante», denunció Bucarey.
Para mitigar la contingencia, el subsecretario de Servicios Urbanos, Julián Villar, precisó que esta semana se realizará un terraplén con drenaje para permitir que el agua sigua circulando y no se estanque. «No podemos levantar la calle porque en ese caso se formaría una laguna de agua podrida», advirtió.
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