La reforestación de la cordillera occidental de Azuero, donde nacen los afluentes del río La Villa, es la principal prioridad ambiental en la región para garantizar la cantidad y calidad de agua para las poblaciones.
Ambientalistas y moradores coinciden en ello, más aun después del anuncio del ministro de Salud, Franklin Vergara, de realizar estudios para construir una planta potabilizadora regional, cuya toma estará en el río La Villa, para beneficio de 7 mil 300 moradores del distrito de Macaracas.
De este mismo río se abastece la potabilizadora Rufina Alfaro, que provee a más de 100 mil azuerenses, razón por la cual, afirmó el ambientalista Pedro Vidal, se hace necesaria la reforestación de los ojos de agua de los riachuelos que suplen los afluentes de esta cuenca hídrica.
Urgencia ambiental
Pastor Moreno Castro, jefe de la agencia del Ministerio de Desarrollo Agropecuario en Arenas, provincia de Veraguas, indica que es urgente reforestar esta área debido a su grado de tala y quema. Ante la cantidad de deslaves provocados por las fuertes precipitaciones que azotan la cima de la citada cordillera, se deben sembrar árboles en la estación lluviosa para evitar los deslizamientos.
Aquí, la mayoría de los suelos están desnudos de vegetación y quebrados con inclinación de 35 grados producto de la tala y quema. Cuando llueve, el agua cae directamente sobre el suelo descubierto.
Reactivan estudio
Alcira Rodríguez, administradora de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) en Los Santos, lamentó que cuando asumió el cargo en esta nueva administración, encontró “abandonado” el proyecto de reforestación de la cuenca del río La Villa que se inició en 2007. Frente a esta deficiencia, Rodríguez reveló que están levantando un inventario de todo lo que se hizo para poder retomar acciones y corregir errores para desarrollar un nuevo plan de restauración, no solo en la cuenca del río La Villa, sino de otras áreas hidrográficas.
Dos provincias
El informe de la Autoridad Nacional del Ambiente 2008 señala que esta cuenca comprende una superficie de 129 mil 500 hectáreas, de las cuales el 60% se localiza en la provincia de Herrera y el 40% en la de Los Santos.
Comprende una población de 87 mil habitantes, distribuida en seis distritos y 40 corregimientos.
Agrega el informe que el consumo de agua residencial representa el 74% del uso total del agua fluvial de la cuenca, lo que se traduce en 13.52 millones de galones diarios para una población de 113 mil 800 habitantes de Llano de Piedra, Macaracas, Chitré, Los Santos, Guararé y Las Tablas. El 92% de la superficie de la cuenca ha sido deforestado para la actividad agrícola. La pérdida de bosques y el mal uso de la tierra han contribuido al deterioro de los suelos, a la degradación de las fuentes hídricas y daño de la biodiversidad.
La práctica de las quemas sin manejo ni control ha ocasionado daños irreparables a los suelos y la vida microbiana, lo que está reduciendo la productividad de la tierra, precisa el informe de Anam.
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